Por moonman
Seguramente este va a ser uno de esos conciertos que en unos años muchos habrán lamentado no ir. ¿Por qué? Porque estamos frente a una banda que ha crecido exponencialmente en unos pocos meses por recobrar la simpleza del Post Punk en medio de un mundo de pretensiones (cof cof Greta cof cof).
Los irlandeses de Fontaines D.C. ofrecieron un concierto gratuito en México previo a su segunda gira por Estados Unidos apoyado por su sello Partisan Records. Al ser anunciado muy pocos dieron el grito en el cielo porque sabían que pocas veces se puede presenciar una banda en un lugar íntimo justo un instante antes de que explote.
Su recién estrenado álbum Dogrel, que significa “una forma literaria escrita en verso, tradicional de la clase trabajadora irlandesa y que es desdeñada por los críticos literarios de las clases altas” ha recibido muy buenos comentarios (un 8.0 en Pitchfork) por retratar su ciudad natal, Dublín, tal y como el escritor James Joyce lo hubiera hecho en 2019 (de hecho, esto nos lo comentó su guitarrista Carlos O’Donnell en una entrevista que pronto publicaremos).
Un factor clave de este éxito que han tenido es su vocalista Grian Chatten, quien resulta ser una combinación de lo impredecible de un Ian Curtis y la arrogancia de un Liam Gallagher. Lo interesante es que mantienen un halo de inocencia a pesar de que ellos mismos ni siquiera saben a dónde los llevará toda esta serie de eventos que los han llevado a tener sold outs en ambos lados del Atlántico.
El concierto demostró lo que se ha dicho de voz a voz: son mucho mejores en el escenario que en su disco: “Sha Sha Sha” (canción que parece sacada de Three Imaginary Boys de The Cure) en vivo retiembla aún más por su batería que parece marcar la marcha de soldados a guerra; “Hurricane Laughter“, canción que ellos dijeron que definió el sonido de la banda, suena aún más fuerte; “Too Real“, cuyo slide de guitarra fue hecho con una botella de cerveza, refleja a la perfección esa naturaleza en bruto que tienen en vivo; “Television Screens“, que en el álbum es más rítmica, aquí tuvo una personalidad más marcada.
Este concierto justo reflejo esa inocencia y sorpresa de un gran álbum debut, ese que tiene canciones que años después la gente pide a gritos que las canten en sus conciertos.
Es probable que Fontaines D.C. forme parte de la nueva generación que regresará el Rock en la década de 2020 y este concierto fue prueba de ello.