RPM: Play de Moby

May 17, 2019

moby play

Go Tell The Midnight Rambler:
Play de Moby

Por Ernesto Acosta Sandoval 

A la música Pop le encantan las historias de fracasos convertidos en éxitos. De otra forma el éxito tardío de Moby no se puede explicar tan fácil. El músico venía de prestar canciones para soundtracks de películas no particularmente populares o exitosas (compiladas en I Like To Score de 1997), y de hacer un disco universalmente despreciado: Animal Rights (1996) con su muy particular manera de interpretar Punk, Garage y Hardcore. Tuvo que pasar más de un año desde su lanzamiento para que Play (1999) comenzara a ser tomado en cuenta tanto por críticos como por el público. La última carcajada la tuvo Moby, por supuesto. Ser nombrado el disco del año por la encuesta Pazz & Jop del Village Voice; desbancar a Santana del primer puesto en las listas de popularidad; convertirse en rock star de la noche a la mañana, literal. Nueve sencillos de un disco de 18 tracks, y eso porque le pararon, de otro modo no había impedimento para que se pudiera seguir comercializando.



Play, esa anomalía dentro de la música electrónica de finales del siglo XX, ostenta el récord de ser uno de los contados álbumes en que todas sus canciones fueron usadas en cualquier medio visual posible. Y es una anomalía porque ¿a quién se le hubiera ocurrido que canciones Folk, tradicionales y desconocidas pudieran tener ese alcance dentro de las pistas de baile, las estaciones de radio y los canales de videos de todo el mundo? El álbum parece más la tesis de maestría de un estudiante de antropología musical. Y más si leíamos las notas escritas por el músico en el libreto que lo acompañaba: pequeños ensayos sobre veganismo, tolerancia, fundamentalismo. No suena a un éxito instantáneo, o al menos, no a algo que el público mainstream aceptaría fácilmente.

El estado de la música electrónica en 1999 no era ni por asomo el momento propicio para que Play fuera el éxito que terminó siendo: los Chemical Brothers, The Crystal Method, The Prodigy apuntaban hacia el futuro, Moby a los años 30 del siglo que agonizaba. “Natural Blues”, “Honey”, “Run On” vienen de la tradición de los trovadores vagabundos a los que Bob Dylan admiraba. En Play se hace más reverencia a ese momento que a la cultura House o de DJs a los que los otros artistas electrónicos estaban haciendo referencia. “Porcelain”, “Why Does My Heart Feel So Bad?”, “Find My Baby” coqueteaban con el Gospel y aun así podías imaginártelas perfectamente en un Rave en Ibiza o en una sofisticada fiesta en el Upper East Side de Nueva York. Play unificó a todos los compradores de discos de la época, no podía faltar en ninguna colección. Nadie se imaginó jamás que un nerd pudiera ser el rey del mundo, al menos durante los dos años de vida comercial que tuvo el álbum.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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