Stephen O’Malley @ SALA Puebla

Foto Óscar Villanueva

Por Diego Álvarez Rex

Una temporada de conciertos independiente tan ambiciosa como la #Temporada316 del foro 316centro merecía un cierre estruendoso, y sin espacio para la duda, la noche del viernes en SALA Puebla fue cúspide de emociones extremas.

El camino desde el arranque a mediados de julio con Annapura, pasando por Cardiel y Mint Field, Puce Mary, Kali Malone y Generación Espontánea durante todo el mes de agosto, fue haciendo que las expectativas crecieran al grado de la desesperación; las ganas de ver de vuelta a tierras mexicanas a Stephen O’Malley, quien nos visitara en el pasado junto con Sunn O))) y KTL, así como Lori Goldston como miembro de Earth, se sintió como una interminable carrera maratónica de la cual muchos veíamos cada vez más lejos y pasó por varios contratiempos.

Un cambio de sede, un descuento y hasta un combo con otro concierto por un momento expresaron inseguridad por parte de la organización a un cierre que muchos veíamos digno, pero pudo haber sido complicado para un colectivo tan joven y de presupuesto limitado, pero llegado por fin el 30 de agosto y al poner un pie dentro de SALA Puebla uno sabía que todo era realidad. La pared de amplificadores, las proyecciones en tiempo real, las instalaciones características del 316 y la comunidad que siempre se encarga de apoyar estas iniciativas estuvieron todas ahí: el cierre de la #Temporada316 fue el sueño hecho realidad.

Vyctoria, miembros de la administración del foro en una larga pieza de improvisación al lado del baterista Julián Bonqeui, arrancaron con tonos oscuros pero llenos de luz, dejando ver una clara evolución musical más orillada a la experimentación sonora que al formato tradicional de canciones, dejando el entarimado totalmente limpio para el regreso a México de Lori Goldston y su cello eléctrico que durante casi 50 minutos dejó a los presentes boquiabiertos con su majestuosa interpretación.

Un concierto que para algunos pudo ser exigente tanto por sus matices sónicos de alta densidad y abstracción, más accesible por su naturaleza abrasiva y atmosférica, por mucho que se hablara de “Géneros Extremos” o “Ruido Blanco”, tanto lo de Vyctoria como de Lori fue hipnotizador y elegante.

Pasada la media noche, el coloso con guitarra, Stephen O’Malley atacó a los presentes con más de una hora del Drone eléctrico más puro que llegó con toda la nitidez que caracteriza su impactante golpe sónico, tan claro como potente. Haciendo vibrar los mediastinos de todos los presentes, Stephen crea una suerte de mantra que lleva a trances positivos y totalmente cálidos. Es una cosa casi espiritual dentro de su densidad. Sin duda una experiencia que muchos deberían experimentar alguna vez en sus vidas.

Llegada la una de la mañana, los cientos de caras contentas y agradecidas con la organización, no se comparaban con el orgullo dentro de todos los presentes de saber que los del 316centro se la jugaron y lo lograron. Gracias por tanta música, y por permitirse hacer este tipo de experimentos.

Gracias, y que siga fluyendo el sonido.

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