The Selecter
Rhoda Daka
Skapital Sound
Por Diego Álvarez Rex
The Selecter y la Ciudad de México se merecían este reencuentro, y el pasado viernes por la noche las cuatro décadas de uno de los conjuntos icono del Ska británico retumbaron en los parlantes mal ecualizados de SALA Puebla frente a una salvaje audiencia a pesar de algunos problemas de audio y producción.
Con un SALA Puebla considerablemente lleno, el ambiente de bar entre los citados, algunos Skinheads, otros Rudeboys y varios sin permitirse alguna clasificación por su atuendo, más parecía enfocado en los destrozos que en la música; los baños vomitados, los elementos de seguridad persiguiendo a los fumadores y varios resbalados por charcos de cerveza derramada fueron tan solo algunas de las peripecias suscitadas en este esperado concierto.
Muchos ya conocen la infame historia de la primera y única presentación de The Selecter en el Distrito Federal como uno de los actos invitados de la supuesta fiesta de “despedida” del grupo Ska-P hace casi 15 años, y tras su triunfal regreso en el Non-Stop Ska Festival en 2016, la banda se perfilaba como un caso de éxito entre las audiencias locales siendo este el primero de tres conciertos que darán en nuestro país.
Con la mismísima Rhoda Dakar, alguna vez vocalista de otro conjunto básico del sello 2-Tone, invitada en las tornamesas para sonorizar entre talento, el concierto arrancó con Skapital Sound que dejó en claro su calidad como banda con su versión del Ska jamaicano clásico, que si bien no invitó a muchos a bailar, nadie se quejó de tan buena ejecución llevándose varios aplausos a su salida.
Pauline Black y a Gaps Hendrickson, ambos vocalistas, y únicos miembros originales de The Selecter, llegaron pasadas las 22 horas al entarimado para arrancar lo que serían casi dos horas de concierto que empezó con un sonido terrible y terminó en un “más o menos”; la fiesta en la pista fue el verdadero espectáculo donde nadie se inmutó para bailar su propia versión del Skankin’ clásico y zapatear de lado a lado; las sonrisas en Pauline y Gaps fueron imposibles de contener al escuchar lo fuerte que la gente cantó más fuerte que la banda en “Three Minute Hero” y “Missing Words” .
El repertorio de la banda fue más completo que en veces anteriores, ya que celebrando sus 40 años de trayectoria, aparecieron temas de su segundo LP, así como de sus últimos tres lanzamientos durante este década, así que más allá de explotar su debut hasta el fastidio, fue grato ver a una banda no solo explorando su catálogo sino poniéndolo en alto con temas como “The Big Badoof “, “See Them A Come“ y el tema de la serie británica “The Avengers”.
Los dos vocalistas se vieron tan desinhibidos y contentos que bailaron de arriba a abajo, platicaron con la gente de las primeras filas e inclusive se permitieron invitar a Rhoda Dakar a unirse al concierto por la recta final para no solo entonar dos temas de The Bodysnatchers, sino “Too Much Pressure“ y el cierre con “Madness” de Prince Buster.
Tal vez algunos no quedaron tan satisfechos con el concierto precisamente por la calidad en el sonido, donde la opacidad de los instrumentos peleaba con el retumbar de la batería, así como las voces que en veces sonaban muy fuerte o muy quedas, pero sin duda como celebración al Ska y a la banda que tanto nos ha dado, el viernes por la noche fue inolvidable.