Por moonman
Lo que en algún momento provocó angustia entre sus organizadores, se disipó al acercarse la fecha de la primer edición de Sónar en México: un gran número de personas fueron testigos del nacimiento de este consolidado festival barcelonés en tierras mexicanas.
Hubo grandes aciertos para Sónar México como la logística del lugar. Fue increíble por lo cercano y cómodo que era moverse de un escenario a otro en el marco del Parque Bicentenario, que resultó ser un gran venue, ya que desde Tierra Beat habíamos aprobado este lugar por ser bonito, no tan céntrico pero muy accesible.
A pesar de que cuando salió el cartel no nos entusiasmó tanto, al final estuvo bien el recorrido que nos tocó por los escenarios al combinar géneros (donde obviamente dominaba el Electrónico) y propuestas nacionales e internacionales. Deseamos que para una segunda edición haya una mejor curaduría tanto en la parte de arte tecnológico (que no fue el fuerte en esta ocasión) así como con algunos actos que, como en esta primer edición, nos sorprendan todo el tiempo.
Estos fueron los actos que más nos engancharon de Sónar México:
DJ Seinfield
Armand Jakobsson tiene muchos alter egos como Rimbaudian y Birds of Sweden, pero con este personaje logró realmente poner un ambiente más “festivalero”, por así decirlo, a Sónar México. Con una fuerte base House con tintes de Jungle, logró crear un buen discurso musical sosteniendo y llevando de la mano la emoción del público sin dejarlos caer.
Flohio
A pesar de que la vimos hace unos meses en Ceremonia, nuevamente Flohio dio un increíble set. Posee una energía chispeante y desbordada que contagia al público por su potente flow y la magistral forma de manejar a la gente, sin temor a la diferencia de idioma, logró que todos interactuáramos con ella. Una gran muestra del poder femenino en la música.
Nosaj Thing x Bureau Cool
No sabemos si fue porque tocó temprano, pero las expectativas de su set no fueron las que creíamos. No con esto queremos decir que estuvo mal, digo, es un gran artista que en cada ocasión que ha venido nos ha sorprendido gracias a su versatilidad musical y su capacidad de crear momentos interesantes en su set al ser más contemplativos que para el dancefloor. Tal vez en medio de la oscuridad se hubiera disfrutado aún mejor.
BADBADNOTGOOD
Posiblemente uno de los grandes motivos por el que Sónar México estuvo repleto fue por esta banda canadiense, quienes luego de su visita a Bahidorá por fin vinieron a la CDMX. Su exquisita base de Jazz para otros géneros como el Kraut o Hip Hop, fueron perfectos para los asistentes, quienes dejaron a un lado sus ganas de bailar para dejarse llevar con su música. Se agradecen estos proyectos que hacen un excelente crossover para unir puentes de distintos géneros y crear cosas interesantes.
Bonobo
Va a ser muy difícil superar el Live Set que dieron hace un par de años: fue excelso de inicio a fin por acompañarse de una banda en vivo y hacer realidad lo que aquí se escuchó con apretar un botón. Ya sabemos que sus composiciones son bastante buenas, pero un DJ Set demerita mucho, ya que es frustrante ver a un gran artista, creador de grandes canciones, mezclando lo que ya hizo en vez de ejecutarlo. Aún así fue un buen set que mantuvo la buena onda del festival.
Skepta
En Reino Unido, Skepta es un Dios, y a pesar de que en América su grado de deidad no es equiparable, muchos estábamos entusiasmados por ver lo que haría sobre el escenario y vaya que supimos por qué es una de las figuras más fuertes del Hip Hop actualmente. Para un buen show se necesita del flow de la energía entre el artista y el público, aquí afortunadamente la gente estuvo a la altura de sus canciones, creando una excelente sinergia. Más actos como este por favor para futuras ediciones.
Richie Hawtin: Closer
No pudo haber mejor cierre que con Closer porque realmente englobaba el espíritu de Sónar México: música y tecnología en un performance épico, lleno de Techno ideal para la madrugada. A estas alturas ya podemos decir que este artista se ha convertido de culto por tener esa capacidad de incorporar interfaces o cualquier extensión tecnológica a un Live Act memorable. No necesitabas tener algo encima para alucinar con la “espontaneidad y sincronía”, como bien lo definen, que la experiencia en tiempo real ofrecían las cámaras del mismo Richie interactuando con la máquina.
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