Por Daniel Galindo
La tercera edición del Non Stop Ska! Music Festival se dio cita los días 19 y 20 de octubre. (Sí, esta vez, fueron dos días). Pocos festivales se pueden darse el lujo de tener buen aforo desde temprana hora ya que New Lion Ska, Módullo Ghetto y Jamaica 69 fueron los encargados de abrir el escenario respectivamente.
Jamaica 69 puso al público a cantar cada una de sus canciones tanto covers como propias ya que hoy en día son todo un referente del Skinhead Reggae en nuestro país. Inspecter 7, con un cambio radical de integrantes, sufrió fallas de audio en las primeras canciones, pero lo pudieron controlar y no decepcionaron. Una lástima que tocaran tan temprano.
Out Of Control Army presentó su nuevo disco con orquesta mostrando que son de los mejores proyectos del país.
Satelite Kingston, desde Argentina, pasó sin pena ni gloria.
Lollypop Lorry fue un proyecto fresco, reversionando clásicos jamaiquinos se pudieron dar el lujo de que parte del público abandonó el foro al terminar su presentación.
Mephiskapheles con su Ska Punk pusieron a bailar a la mayoría de los asistentes y a pesar de que al final les quitaron 10 minutos fueron de los mejores actos del día.
Western Standard Time Ska Orchestra, simplemente elegantes e impecables.
El día domingo, con el Sol a todo lo que daba para los que estaban afuera, inicio el segundo día con una hora de retraso. Los primeros en subir al escenario fueron los peruanos de Vieja Skina, seguido de los colombianos de Memoria Insuficiente, y dos talentos mexicanos: La Guanábana y Tappa Groove Ska Jazz, para dar paso a los veteranos de The Toasters quienes a pesar de visitar demasiado nuestro país, siguen siendo una de las bandas más queridas.
Kingston Rudieska se dijeron sorprendidos y felices, fueron de los más ovacionados.
Neville Staple, quien fuera vocalista de los legendarios The Specials y Fun Boy Three, tocó éxitos como “Ghost Town“, “Gangsters“, “A Message To You Rudy” y canciones de su proyecto como solista, fue de lo mejor del festival.
All Star Ska Reggae Sinfónico fue contra toda expectativa y gran parte del público se quedó a verlos y a cantar las canciones que marcaron a toda una generación.
Los Skarnales, una banda que se unió al festival de último momento a causa de la cancelación de Los Intocables, fueron bien recibidos, Felipe y compañía conectaron perfecto con el público y dejaron claro que no fue un error su convocatoria.
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