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50 años de Arthur (Or The Decline And Fall Of The British Empire) de The Kinks
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
Para su sexto álbum, The Kinks Are The Village Green Preservation Society, Ray Davies había demostrado que artísticamente estaba a la altura de cualquiera de sus contemporáneos. El problema era que pocos querían parar las orejas para escuchar lo que tenía qué decir. Al año siguiente, algún avezado ejecutivo de Granada TV le propuso escribir una película para la cadena y Davies de inmediato se puso a trabajar en la que, discutiblemente, podría ser su obra cumbre de la primera etapa de The Kinks.
Arthur (Or The Decline And Fall Of The British Empire) es una Ópera Rock que tuvo la mala fortuna de aparecer en el mismo año que Tommy de The Who, y que terminaría robándose todos los reflectores por unos cuantos meses de diferencia como la primera de su tipo. Sin embargo, Davies tenía la ventaja sobre sus compatriotas de tener harta experiencia como narrador y creador de personajes en el Rock, porque venía haciéndolo desde el inicio de su carrera con relativa facilidad. Mientras The Who comenzaba a explorar estos terrenos, el líder de los Kinks, ya sabía qué era lo que tenía qué hacer para lograr cohesión entre las doce canciones que compondrían su séptimo álbum. Village Green había sido un estudio sobre la vida idílica en la provincia inglesa, una especie de novela unida por las vidas de sus diversos personajes. Arthur toma al personaje que le da título al álbum y lo pone en una travesía de autoconocimiento y exploración como las grandes novelas británicas del siglo XVII. Inspirado parcialmente por la historia real de su hermana y su cuñado, quienes a principios de los sesenta se habían ido a vivir a Australia para buscar mejores oportunidades (y cuya historia ya había mencionado de paso en “Rosy, Won’t You Please Come Home?” que aparecía en Face To Face de 1966), Davies crea un retrato de la sociedad británica contemporánea. Una sociedad que había heredado las falsas promesas de heroísmo creadas por la Reina Victoria y exacerbadas por Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial (“Victoria”, “Mr Churchill Says”). Una sociedad que estaba despertando en medio de una desilusión brutal al darse cuenta que no eran los salvadores del mundo que les habían dicho que eran y que, a pesar de todo, seguían queriendo explorar como si el planeta les perteneciera (“Shangri-La”, “Brainwashed”, “Australia”). Ray Davies, una vez más, se posiciona como un letrista inteligente, con un afiladísimo sentido del humor, y un absoluto desprecio por la autoridad (“She’s Bought A Hat Like Princess Marina”), pero aquellos que le habían puesto anterior a su obra del año anterior eso ya lo sabían. Por momentos, más que hablarle a su cuñado, parece estar hablándose a sí mismo, sabiendo que no pertenece a ese momento en el que le tocó vivir (“Arthur”, “Young And Innocent Days”). Por el otro lado, en lo musical, Arthur dio un salto mayúsculo a lo hecho antes por la banda londinense. Aquí dejaron las canciones cortas de lado, y empezaron a experimentar con la improvisación, con melodías menos dulces. Parecía otra banda que la que había hecho Village Green apenas un año antes. El Ray Davies enojado comenzaba a hacer su aparición.
Al final, la película para Granada TV no sucedió, pero Arthur (Or The Decline And Fall Of The British Empire) se materializó como uno de los álbumes clave para entender el final y el inicio de una época, tanto para la banda que lo hizo como para la sociedad que retrataba.
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