I let the beast in too soon:
20 años de When The Pawn… de Fiona Apple
Por Ernesto Acosta Sandoval erniesandoval_
El primer álbum de Fiona Apple, Tidal, tiende a lo discreto, a lo intimista. Son las reflexiones de lo que una chavita de, entonces, 20 años, cree que es la vida. Aun así, sonaba sorpresivamente maduro para su edad. Con toques de Tori Amos y algo de Billie Holiday, le sirvió a su creadora para ver dónde estaba parada sin pensar mucho en su futuro. Es, se podría decir, una polaroid de su momento. Apple, sabia y avezada, decidió dejar pasar un tiempo considerable entre ese debut y el que le seguiría. Y como siempre sucede, el segundo álbum, casi por regla general, es la prueba de fuego para un artista. Es en o en donde se despeña, o donde se cimienta. O bien, no es ninguna de esas dos, y el o la artista se va por otro lado. Este es el caso del segundo álbum de Fiona Apple.
When The Pawn… (como se le conoce por lo general, dados sus cuatrocientos y pico de caracteres) fue una vuelta en u para la cantante. Se fue por lo grande. Se despojó de las baladas en las que sólo se acompañaba por un piano, y metió arreglos de cuerdas, una batería contundente, coros hechos por ella misma, y letras más intensas, menos sugerentes. When The Pawn… es un golpe directo a la cabeza desde que arranca con “On The Bound” y “To Your Love”. Hasta la tercera canción, “Limp” es que le baja a la velocidad, y más o menos. Como si quisiera deshacerse a como dé lugar de la imagen que se creó en Tidal. El amor al que Apple le canta aquí es un amor descarnado, en el que la pasión domina por sobre cualquier cosa. Esta Fiona no es la adolescente depresiva de antes. Aquí toma las riendas de sus relaciones y se impone ante cualquiera que se le quiera poner al tú por tú. También la producción es más arriesgada. When The Paw… es un disco que se escucha fantástico a todo volumen, pero está lleno de detalles que se aprecian más con un buen par de audífonos, como la delicadeza de “Love Ridden”, en donde parece que la cantante está tan pegada al micrófono que casi puedes escuchar sus respiros, mientras las cuerdas la van envolviendo. El frenetismo de “Fast As You Can”, que fue el primer sencillo, es un buen termómetro para el tono que impera en el resto del álbum.
When the Pawn Hits the Conflicts He Thinks Like a King What He Knows Throws the Blows When He Goes to the Fight and He’ll Win the Whole Thing ‘fore He Enters the Ring There’s No Body to Batter When Your Mind Is Your Might so When You Go Solo, You Hold Your Own Hand and Remember That Depth Is the Greatest of Heights and If You Know Where You Stand, Then You Know Where to Land and If You Fall It Won’t Matter, Cuz You’ll Know That You’re Right significó un punto y a parte para Fiona Apple y el inicio del resto de su carrera. De aquí ha abrevado más que de lo que había hecho antes para lo que vendría después. Apple nunca ha dejado de buscar, y la exploración comenzó aquí.