If you still love rock and roll…
Por Óscar Villanueva
Las personas que siempre se ven más equis, más normales, me he dado cuenta que resultan ser siempre los más ruidosos sobre un escenario. No digo esto a la ligera, ha sido corroborado en múltiples ocasiones a lo largo de los años y Wilco, en su primera visita a nuestra ciudad, ofreció un ejemplo más de esta máxima personal, donde yo creo, muy pocos esperaban la avalancha sónica de casi dos horas y media que nos tocó presenciar en el Teatro Metropolitan. Las canciones, algunas tan tranquilas y melancólicas en los discos se transformaron en verdaderos monstruos: “Imposible Germany” sirvió para mostrar lo increíble guitarrista que es Nels Cline, “Spiders” parecía un tren fuera de control, “Via Chicago” la mezcla perfecta de la calma antes de la tormenta que resulta ser el mismísimo diluvio y “Misunderstood” estoy seguro que estuvo muy cerca de tirar el lugar.
Pero antes de que sucediera todo eso, las encargadas de abrir el concierto fueron las chicas de Ohmme, un dúo que solamente con sus voces y guitarra, empezaron a sentar el ambiente de la noche; cabe resaltar una gran versión a “Cloudbusting” de Kate Bush, y también se da gracias que por fin se use otra canción que no sea la “Running up that Hill”. Sus voces también sirvieron para volver aun más bonita de lo que ya era “California Stars” en el encore.
El concierto del sábado fue, para muchos, algo que llevaban muchos años esperando, y la banda lo sabía; yo creo por eso escogieron tocar la mayor cantidad de canciones del que es considerado su magnus opus: Yankee Hotel Foxtrot, un disco que los alejo de ese Country Rock que llevaban un rato haciendo hacia terrenos mas eclécticos, donde se puso un énfasis en la experimentación. El concierto del sábado fue también una noche que nunca olvidarán porque durante a lo largo del concierto volvieron a descubrir el poder que tiene la música de transportarlo a uno. El día anterior, en una plática que había dado Jeff Tweedy, mencionó lo maravilloso que le parecía como todos podíamos crear algo, aunque sea una sola cosa, que le brindara alegría a la gente; para mi resulta maravilloso que él, durante más de 25 años como Wilco lo ha estado consiguiendo.
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