Circa Waves
Sad Happy
Virgin Records
8.0
Cuando Circa Waves anunció Sad Happy, no había pasado ni siquiera un año del estreno de What It’s Like Over There? (abril 2019). Resulta que la banda comenzó a grabar durante la segunda mitad de 2019 y al darse cuenta de que ya tenían completo su nuevo material, optaron por lanzarlo lo más pronto posible en una época donde el consumo de música ha cambiado bajo el concepto de la inmediatez.
Fue así como presentaron su trabajo más ambicioso hasta la fecha: un álbum doble con 14 canciones en total que sería lanzado en dos partes y que, a primera instancia, parecían conceptos contrarios. Happy (la primera parte) fue publicada el 10 de enero, mientras que Sad (la segunda) fue liberada este 13 de marzo. Dándonos así un poco de tiempo para poder asimilar los primeros siete temas, antes de liberar el disco completo y completar la dualidad con un contraste sonoro.
Vale la pena mencionar que en esta ocasión Kieran Shudall (vocalista y líder) también es el productor, trabajando únicamente en conjunto con el ingeniero de audio Matt Wiggings, a comparación de las dos entregas anteriores a cargo de Alan Moulder, donde Kieran también se involucró en este aspecto aunque en menor escala.
Curiosamente, bajo la idea de buscar “refrescar” la música alternativa, Circa Waves terminó por renovarse a sí mismo, con un gran cambio favorecedor que regaló algunas de sus mejores canciones.
Happy
A pesar de que Happy sólo dura poco más de 20 minutos (21 minutos 47 segundos), concentra en siete temas una gran cantidad de energía en diferentes tipos de estilos, donde hasta las dos Baladas que aparecen se sienten cálidas y alegres. Sin embargo, las letras de esta parte no son tan reflexivas (en un aspecto sentimental) como la segunda, lo que permite que se integren a estos bangers pegajosos que llaman fácil la atención.
Circa Waves ha dejado en claro en más de una ocasión que no quieren estancarse en una banda “veraniega”, pero esta cualidad sigue formando parte de sus elementos sonoros en “Jacqueline” a la que incluso le añadieron una línea de conga en el video oficial. También encontramos influencias de Two Door Cinema Club y mejor un acercamiento al Pop en “Wasted On You”, mientras critica lo abrumadora y forzada que puede ser la convivencia social.
Pero tal vez la canción que más destaca en este bloque es “Be Your Drug”, que logra equilibrar todo lo que han creado hasta ahora, con unos guitarrazos poderosos como los de Different Creatures, coros sencillos como en Young Chasers y elementos electrónicos que alcanzan cierta similitud con el AM de Arctic Monkeys, cosa que intentaron en “Me, Myself and Hollywood” (del tercer disco) pero sólo lograron una aproximación. Una pieza que sin duda alguna formará parte esencial dentro de sus shows en vivo, ayudándoles a no tener que refugiarse en los hits del pasado.
Happy nos muestra una simbiosis entre música optimista y letras agridulces, muy características del sonido británico, que concluye en un tema romántico llamado “Love You More”, dedicado a la esposa de Kieran (Heather Shudall), donde al final podemos apreciar la conexión entre las dos mitades, al introducir como transición de fondo el mismo riff de sintetizador con el que comienza “Sad Happy”, con un ritmo mucho más lento.
Sad
Por otro lado, a diferencia de Happy, donde Circa Waves sigue mostrando su estilo “clásico” con mejoras bastante notorias, Sad se adentra a un nuevo terreno con letras más personales, otros ritmos, violines y una pequeña retrospectiva a la vida antes de continuar creciendo. Aquí encontramos una mayor variedad de estilos, porque se juega con la “tristeza” sin necesidad de caer en la típica composición acústica y lenta, aunque también hubo espacio para una canción con esta fórmula (“Sympathy”).
Inicia con “Sad Happy”, que es colocada justo a la mitad del álbum y une ambos conceptos. Un puente que conecta este trabajo y nos brinda una chispa de optimismo a pesar de la frustración sentimental. De alguna forma este track logra capturar toda la ideología de esta nueva era (en sólo tres minutos y 42 segundos), hablándonos de soledad y un corazón roto, al ritmo de un beat sumamente pegajoso pero al mismo tiempo lento.
Encontramos influencias de sus trabajos anteriores como el instrumental de “Wake Up Call” que se parece mucho a “The Way We Said Goodbye”. También hay acercamientos a la muerte y el optimismo a pesar de la pérdida de un ser querido en “Hope There’s A Heaven”, una de las piezas más profundas que han creado. Aquí encontramos sintetizadores, órganos y percusiones electrónicas en una balada con tintes ochenteros y que a la vez capta la esencia de bandas como CHVRCHES y White Lies.
Debemos destacar que por primera vez presentaron una canción instrumental en “Train To Lime Street” que sirve como transición antes de “Birthday Cake” y nos recuerda al trabajo de The 1975 en su segundo álbum (I like it when you sleep, for you are so beautiful yet so unaware of it). Todo culmina en un gran cierre que nuevamente nos habla del miedo a crecer, contradiciendo un poco las ideas de su debut, Young Chasers, donde se hablaba de una juventud despreocupada y problemas adolescentes.
Sad Happy
Al poner juntas las dos partes de Sad Happy tenemos un trabajo complementario, que es dividido por un tema homónimo que equilibra ambas emociones. Las 14 canciones permiten capturar una atmósfera llena de incertidumbre hacia un futuro prometedor con añoranzas al pasado, inconformidad, pérdidas, amor, cinismo y críticas; mientras juegan con la yuxtaposición sonora que hacer sonar alegre una pieza triste y viceversa. Además, tenemos que destacar el hecho de que ambas partes pueden existir por su propia cuenta a pesar de su corta duración.
Casi siete años después de comenzar este proyecto, podemos apreciar cómo han madurado como personas y músicos. Esto se refleja en las letras se volvieron más profundas con ideas bien aterrizadas, sin necesidad de recurrir a la repetición excesiva de los coro como ocurrió en What It’s Like Over There? donde recibían un mayor peso que el resto de la canción. Así como el desarrollo de la complejidad instrumental que va más allá de la fórmula tradicional de una banda indie.
Entrevista /// Circa Waves
Pareciera que a Kieran Shudall le llegó la inspiración de forma repentina (después de su matrimonio y el nacimiento de su primer hijo), luego de haber tenido problemas al concretar su predecesor, cosa que terminaría plasmada en un álbum que, a pesar de explorar un nuevo estilo en la banda, se sentía como un collage sonoro un poco inconsistente apuntando a varias direcciones. En esta ocasión el piano, sintetizadores, percusiones electrónicas y hasta violines logran integrarse de forma perfecta sin sentirse como algo forzado.
La evolución de Circa Waves ocurrió en muy poco tiempo considerando que este es su cuarta entrega en sólo cinco años. Los días de “T-Shirt Weather” han quedado atrás y ahora nos muestran que encontraron su propio estilo dentro de la experimentación, cumpliendo con el objetivo de no perder su esencia sin importar los cambios. Superaron sus propios obstáculos creativos y continúan con las ambiciones de crecer su popularidad en Reino Unido, con este “escape durante estos tiempos difíciles”.
Cabe destacar que a pesar de que la idea, letras y producción son acreditadas para Shudall, también destacan los demás integrantes: Joe Falconer, Sam Rourke y Colin Jones, quienes experimentaron diferentes caminos y abandonaron sus instrumentos de siempre ahora con mayor práctica en sus nuevas áreas.
Este es uno de los raros casos donde las expectativas coinciden con la realidad y nos regalan un gran trabajo que marca un antes y un después en su carrera, dejándonos con duda de ¿cuál será su siguiente movimiento?