Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
Beastie Boys Story se estrenó este viernes 24 de abril en Apple TV+. Dirigido por Spike Jonze, es un recorrido guiado por las voces de Mike D y “Ad-Rock“, los dos miembros sobrevivientes de la banda. El formato no es el del típico documental al estilo Behind The Music o cualquier cosa a la que uno esté acostumbrado. Claro, los sujetos y el director del mismo no podían entregar algo tradicional. La historia de los Beastie Boys es muy poco convencional como para poderla contener en algo así.
Beastie Boys Story es, primordialmente, un elogio a Adam Yauch, una oda a la amistad y a cómo eso puede ser la fuerza creativa detrás de una de las bandas más propositivas y revolucionarias de los últimos 30 años. Si se lee como otra cosa, puede ser un poco frustrante. Es claro que la intención de sus perpetradores no es la de contar a detalle su biografía y su discografía como grupo: le quitan importancia a Paul’s Boutique, y To The 5 Boroughs y Hot Sauce Committee Part Two de plano ni los mencionan. En su lugar, parece que Diamond, Horovitz y Jonze quieren demostrar que los Beastie Boys fueron tres bandas distintas a lo largo de su carrera. Por un lado, empezaron como esta banda de Punk/Hardcore amateur, ingenua, y divertida, para luego pasar a ser el producto mercadotécnico creado por Russell Simmons y Rick Rubin para demostrar que los blancos también podían rapear; y, por último y más importante, los artistas en los que eventualmente se convirtieron cuando por fin pudieron sacudirse la imagen de frat boys con la que nunca estuvieron muy de acuerdo. Una parte importante del documental son disculpas por parte de Horovitz: por haber escrito “Girls”, por haber echado de la banda a Kate Schellenbach (y que terminaría formando a Luscious Jackson años después), por haberse comportado como un patán durante sus primeros pasos en la industria musical. Mike Diamond parece haber hecho más las paces con su pasado, lo cual se agradece y le da un balance al filme que, a su vez, le otorga una buena dosis de humor y le resta solemnidad.
Ahora, bien, ¿es Beastie Boys Story puro fan service? Sí, sin duda. Y está bien. No hay nada más hermoso que ver a una de tus bandas favoritas llevarte de la mano por su historia, sus dinámicas, su relación. Nada más conmovedor que ver a Adam Horovitz romperse en llanto, incapaz de continuar hablando de la manera tan amorosa en que lo hace de Yauch. Nada más aleccionador que ver ese respeto y admiración entre pares que estos tres amigos siempre se tuvieron. Al final, eso es lo que importa en la historia de los Beastie Boys.
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