Os Mutantes
Zzyzx
Jardim Elétrico
7.5
Por Tláloc Ruiz @tlalocruiz
¡Os Mutantes está de vuelta! La banda que en 1966 formara parte de la musicalización de la revolución ideológica del Brasil y que sobre la marcha ha mandado a orbitar las mentes de David Byrne, Kurt Cobain, Beck, Devendra Banhart y una lista interminable de grandes músicos nos trae su onceavo disco.
Antes que nada, tengo la necesidad de aclarar una cosa: la música de Zzyzx nos cae tan amigablemente que de la manera más dócil posible nos dejamos llevar por ella directo a felices paisajes psicodélicos fuera de este planeta. Porque cada segundo que suena en el último disco de estos brasileños es un pop psicodélico que de alguna manera parece ser interpretado por una banda interestelar: clásico Os Mutantes.
Después de la increíble reunión de Os Mutantes en 2006, da gusto saber que Sérgio Dias, quien ha manteniendo vivo el nombre de esta leyenda como el último miembro original después de que Arnaldo Baptista haya decidido descansar y no formar más parte de tan gran banda, presente todavía un tercer disco de su completa autoría de tan altísima calidad.
Ahora, a partir de una explosión de cuerpos estelares se creó la materia, el espacio y el tiempo. Después de eones, las micro-partículas provenientes de ese estallido se llenaron de vida y hoy precisamente, muchas de esas micro-partículas estamos escuchando “The Last Silver Bird”, track número tres de Zzyzx, esperado disco de Os Mutantes, quienes nos recuerdan nuestros orígenes con su mágico coro: “Stardust, we’re nothing but stardust”
No es sorpresa que desde el primer track hasta el mero final de Zzyzx, Os Mutantes nos muestre que no ha perdido la magia, ni tantito. Es más, parece que la experiencia de Sérgio Dias se ha afinado a niveles cósmicos y ahora hace cosas muy bien pensadas; desde la creación, la ejecución y la producción, porque hay muchos adornos y detalles que se apoyan los unos a los otros para disfrutar el disco en diferentes dimensiones.
Lo único que pasa, es que sí hay mucha energía y sí hay mucha inventiva, pero como que falta ese elemento sorpresa que te vuelve loco, eso que en sus inicios tenían. Tal vez hayan comprometido la experimentación por los meticulosos arreglos. Quizás solo sea yo que encuentro en esta banda una de mis experiencias musicales favoritas y por lo mismo le exijo mucho. El disco se escucha mucho más maduro y es bastante bueno, pero en los 60, durante la revolución ideológica de la Tropicalia, Os Mutantes jugaba con desquiciadas notas, rítmicas poco convencionales y alta diversión con personajes subversivos como Gilberto Gil, Gal Costa o Caetano Veloso… Y aquí viene la pregunta:
Hoy sabemos que su hermano Arnaldo Baptista no tiene ni la mínima intención de volver a Os Mutantes y Rita Lee tiene una gigantesca carrera por sí sola en Brasil, entonces hay muy pocas esperanzas de un disco con las tres mentes originales sorprendiéndonos con desquiciados sonidos. Aunque después del COVID quizás abran sus corazones a una reunión ¿Qué pasaría si Sérgio Dias decidiera juntar la gran banda que tiene ahora e intentara una reunión con esos antiguos co-revolucionarios? Se me derrite el alma nomás de pensarlo, pero quizás eso sea solo un sueño.
Pero sea como sea la cosa, no nos queda más que agradecer a Sérgio Dias en guitarra y voz, Esméria Bulgari en percusiones y voz, Henrique Peters en teclados y voz, Claudio Tchernev en batería y voz, Vinícius Junqueira en bajo y Camilo Macedo en guitarra y voz; por darnos algo tan agradable para escuchar en estos tiempos tan locos.
Pingback: Cartel de Trópico 2022 en Acapulco - Me hace ruido