The brothers gonna work it out:
25 años de Exit Planet Dust de The Chemical Brothers
Por Ernesto Acosta Sandoval (@erniesandoval_)
Para el momento en el que Tom Rowlands y Ed Simmons lanzaron su álbum debut como los Chemical Brothers, en el verano del ’95, su carrera ya era larga. Ambos tenían al menos diez años de conocerse, de trabajar juntos en distintos proyectos, de irse estableciendo y formándose de un nombre en la escena británica post-techno. Habían hecho remixes para The Prodigy y Primal Scream, eran DJs residentes en antros de renombre como el Heavenly Sunday Social Club. Gente como Tim Burgess (de los Charlatans, y que terminaría colaborando con ellos en este primer álbum), Noel Gallagher, Paul Weller, y varios más disfrutaban de sus beats y sus mezclas. La NME los había considerado como promesas en 1994. Y los Dust Brothers habían amenazado con demandarlos si no se cambiaban el nombre. Su sonido provenía de lo más puro del Techno y del House de lugares como Chicago, Detroit y Manchester. Pero con su propio estilo. Con una precisión casi quirúrgica para samplear el momento exacto de This Mortal Coil, de Kraftwerk, o los Beastie Boys y lanzar a la estratosfera un beat agresivo y sin descanso.
Exit Planet Dust, cuyo título es una clara alusión al cambio de nombre al que se vieron forzados, es a lo que un set en vivo de los Chemical Brothers seguramente sonaba en 1994. Seis canciones de golpe, sin pausas: “Leave Home”, “In Dust We Trust”, “Song To The Siren”, “Three Little Birdies Down Beats”, “Fuck Up Beats” y “Chemical Beats”. Esta es la evolución del House y del Acid House que parecía haber muerto con el final de la década anterior. Beats gordos, pero psicodélicos, repeticiones líricas como mantras. Para cuando entra la tercera canción, es imposible no estar hipnotizado. La habilidad para reconstruir la música que Rowlands y Simmons demuestran aquí es la de fans devotos, clavados e hiperactivos. Y parecen esperar lo mismo de su audiencia. Las siguientes seis canciones, no menos íntegras, son como una especie de aterrizaje después de una intensa sesión en la pista de baile. Se agradece algo como “Chico’s Groove” y “One Too Many Mornings” con sus beats llenos de texturas, y sus secuencias más bien bajas.
Lo impresionante de Exit Planet Dust es que, como álbum debut, mostró a sus creadores en plena madurez. Este es un álbum que no se siente dubitativo, que no está explorando, o creando a base de prueba y error. Estos son los planos para el sonido que estaba por venir en los siguientes cinco, diez años. Imposible saber qué hubiera sido de Daft Punk sin Exit Planet Dust. Es el plan maestro de los Chemical Brothers para el resto de su discografía, del que difícilmente se han alejado en estos 25 años.