Rey Pila
Velox Veritas
Arts & Crafts México
7.6
El paso necesario e inevitable de Rey Pila,
un tercer álbum que consolida 10 años de camino.
Por Natalia Girón
En este tiempo en que resulta más difícil derribar el miedo y disfrutar lo que tenemos, necesitamos opciones. ¿Opciones? Sí, para sentir: esto es lo que ofrece Velox Veritas. Combina la esencia de la banda con una serie de experimentos en música y voz que encajan perfectamente en un viaje a cualquier lugar sin necesidad de levantarte.
Velox Veritas es entonces, antes que todo, un viaje ligero. No es nuevo que Diego Solórzano, Rodrigo Blanco, Andrés Velasco y Miguel Hernández apuesten por combinar beats, guitarras y sintetizadores; ahora, la forma en que lo hacen se nota madura. Lograron exactamente lo que querían, aun si algo sucedió por accidente.
Bailar. Bailar es lo que sigue después de los primeros segundos de “Let It Burn“, “Dark Paradise“, “My Frieds Are Going Crazy” y “Drooling“, sus primeros cuatro temas.
No necesitas conocer los pasos para moverte al escuchar, los sientes en la cabeza o en los pies. Estas canciones evocan la extraña sensación de felicidad sin lo absurdo del optimismo.
Tu viaje puede empezar lo mismo en algún sitio under o en tu cama. Los sonidos que intervienen combinan lo Tropical y Electrónico de una forma peculiar. “Drooling“, por ejemplo, está sumergida en un contexto de ritos vudú, mantiene el misticismo, pero lo hace tan digerible que no hay forma de evitar sentir el ritmo en alguna parte del cuerpo.
En este punto de la reseña de Velox Veritas, te recomiendo tomarte unos minutos para ver el video que fue animado por Daniel Farah, aunque si lo prefieres, sigamos con la segunda mitad.
El track #5 es “Casting A Shadow“, una secuencia de sonidos mucho más tranquila. Esta es la parte del viaje en donde te sientas a descansar y disfrutar del paisaje. Continúas con el mismo mood en “Steps Pt.2“.
¿Cómo lo logran? No perdamos de vista el trabajo que hay detrás, una década de aprendizaje y colaboraciones con personas como Dave Sitek de TV On the Radio y Yeah Yeah Yeahs; y por supuesto, Julian Casablancas, integrante de The Strokes y The Voidz.
Para las canciones más suaves y oscuras, la voz es pieza clave y también los sonidos que evocan otra época, en “Lash Out“, “Josephine” y “Over the Edge“, los 80s parecen suceder. No obstante, con “Danger” la fuerza regresa, una guitarra remarca cada palabra, luce un solo y la pista de baile vuelve, esta vez yo retrocedería a los 70s. Por último, “Steps Pt.1” es la reflexión final: relajada, nostálgica, con ecos por aquí y allá de lo que no fue, lo que es, lo que pudo ser y lo que será. No descarto la idea de que el fin es otro comienzo.
En este viaje llamado Velox Veritas hay de todo: psicodelia, electricidad, onda tropical, evocaciones de tiempos pasados. Muchas opciones para sentir más allá de lo que puedas pensar con la portada.