La danza rosa de Torreblanca
Por Josuelo
Ya lo dijo hace unos días Macaulay Culkin: “Hey guys, wanna feel old? I’m 40. You’re welcome”. (Hola chicos, ¿quieren sentirse viejos? Ya tengo 40. De nada.) Juan Manuel Torreblanca nunca imaginó llegar así a los 40 y definitivamente menos en este momento histórico que tiene una energía mixta de final y de nuevo comienzo, ese número se veía tan lejano. Para celebrar su cumpleaños número 40, Torreblanca presenta dos nuevas canciones provenientes de un ambicioso proyecto/disco llamado Una cuarentena de canciones, mismo que contiene literalmente 40 canciones producidas en un estudio casero.
El primer adelanto se titula “Cómo no acordarme” a dueto con Nana Mendoza, cantante mexicana de Jazz, R&B y Soul. Sobre esta canción y en plática con Torreblanca nos comentó que la pandemia a causa del COVID-19 dio pie a mucha nostalgia, mucha reflexión y a un encierro creativo con su amigo músico, productor Pere George. Para Juan la canción suena a domingo (como todos los días este año) y que ella es una larga lista de agradecimientos, personas y seres amados (también menciona a una gatita y un perrito).
“Cómo no acordarme” se escribió en una sola noche de insomnio, es una canción muy personal e íntima. Durante muchos años de carrera Torreblanca organizaba conciertos para el día de su cumpleaños, pero en este 2020 aún no se pueden realizar sin las medidas adecuadas, lo más parecido que encontró a ese ritual fue estrenar música.
El segundo sencillo “Danza rosa” es un potente tema House, una invitación al baile. Tratando de escapar de la angustia que se vive con los insomnios y ocupándose en crear este registro de disco hogareño, su proceso iba desde grabar cada canción en su celular y, a veces, las mandaba a sus amigos para arrojar un lazo que le permitiera seguir conectado al mundo exterior y a sus afectos.
Torreblanca explica que “Danza rosa” es la canción con la que abre el álbum y lo primero que escuchamos al adentrarnos en este viaje es un metrónomo haciendo tac, tac, tac, tac… que nos recuerda que el tiempo es elástico.
Una cuarentena de canciones (aunque seguramente seguirán llegando más y más y será cuestión ya de seleccionar) pero todas están grabadas aún, ni terminadas de producir porque eso sí toma un poco más de tiempo… y ahora peor con la pandemia.
Torreblanca aún es y se maneja como un proyecto independiente con ONErpm su relación solamente es de agregadora digital y con el productor Pere George una sociedad a través de 1EC Records junto a Valenzo, otro amigo que tiene un estudio de grabación.
Al seguir todos resguardados en sus casas por el virus, le pregunté qué fue lo que aprendió o descubrió sobre él en este confinamiento:
Lo que estoy aprendiendo (más bien recordando) es algo que todos sabemos, pero solemos olvidar: es el estar vivos y sanos en el presente. Es un gran lujo, el máximo regalo que tenemos… y que desde ahí, lo que importa más en la vida es vivirla, vivirla bien, tratar de decir lo que tenemos que decir, hacer lo que tenemos que hacer y cuidar los amores, la familia, no clavarme tanto en los detalles, ya que caemos en la obsesión… La vida no es perfecta, él menos, pero la vida es hermosa.
Respecto hacer un concierto virtual, Torreblanca dice que lo está pensando y poniendo sobre la balanza, que no sería pronto, prefiere utilizar las energías y el tiempo limitado que tiene para terminar el disco. Armar un concierto le impone mucho y más si va a ser algo virtual pues cree que sí debes de tener un cuidado en el detalle de lo visual y audio. Aparte no ha estado ensayando en los últimos meses con ninguna banda por obvias razones. Esta nueva modalidad de shows le parece bonito, agridulce y a veces le sorprende, es la respuesta a una necesidad vital de los artistas y el público, pero obviamente palidece casi siempre en comparación con la experiencia de estar en presencia en un concierto, no se compara.
Esperemos que pronto nos volvamos a encontrar en un concierto de Torreblanca, mientras podemos bailar desde el confinamiento “Danza rosa“.
