Toots
La cadencia del ritmo y escribir una historia longeva
Por Fred Castillo Dávila
Podríamos quedarnos con que nos ha dejado Frederick “Toots” Hibbert aquél quien en 1968 a través de “Do The Reggay”, el sencillo producido por Leslie Kong, le dio nombre a esa música que flotaba entre lo que llamaban Bluebeat, Boogie Beat y que ahora llamamos Reggae. Como él, innumerables músicos y cantantes parecen nacer para resaltar en el horizonte musical por su talento, personalidad, y creación de canciones que son signos de su tiempo o de plano alcanzan a definir a toda una generación, se construye su leyenda alrededor de una carrera fugaz.
Hay que decir que en el Reggae, para nuestra fortuna, predomina otro linaje, el de los que desde las raíces, crecen y lentamente van ascendiendo hasta convertirse en el paisaje mismo, el campo sobre el que se crea, ellos absorben en su biografía misma la historia de un género que por azares casi identifica a la isla Jamaicana, este sin duda es el rol que Frederick “Toots” Hibbert jugó a lo largo de su prolífica carrera con más de 50 álbumes.
En 1962, Jamaica al fin lograba su independencia y dejaba ser parte del Reino Unido, el Ska que venia de la mezcla de ritmos caribeños como el Calypso, Blues y Soul norteamericano vivía un gran furor, la presencia ya por años de la generación de migrantes bautizada como Windrush en las islas británicas de posguerra iniciaba un proceso de asimilación de la música Soul y caribeña. Su herencia fue colaborar en hacer del baile no un requerimiento de etiqueta social sino un simple placer, algo que parecía ajeno a los británicos. Del andar del Ska pasando por el Rocksteady y llegando al Reggae, la cultura jamaicana fue incorporada como el soundtrack a las subculturas Mod, Casual, Northern Soul, Two-tone, Punk y Skinhead que culminaría con las rendiciones que hicieron The Specials, The Clash, Keith Richards, Jeff Beck, Amy Winehouse, entre otros a tema como “Pressure Drop”, “Monkey Man”, “54-46 Was My Number”.
1962. Hibbert, 20 años. Trenchtown, Kingston: la ebullición de los sound systems, rude boys y la migración de las pequeñas poblaciones de Jamaica hacia Kingston los estudios de Dodd Coxsone como meca musical marcaron el debut de la voz de Hibbert. Su indistinguible canto se puede leer como el trayecto desde pequeño por la música gospel, los espirituales, su rol en el coro de una congregación adventista en su pueblo natal, May Pen, y la influencia del Rhythm & Blues, y Soul que se escuchaba en la isla caribeña gracias a la señal que se podía recibir desde estaciones de radio del sur de Estados Unidos.
Los primeros temas que grabo como Toots and The Maytals: “Do The Right Thing”, “Hallelujah”, “Six and Seven Books of Moses” aludían a su crianza dentro del cristianismo y no es para sorprenderse que este tono es algo que lo distinguiría del acento sexual y pendenciero de Prince Buster, lo melindroso de Alton Ellis, la militancia de Bob Marley, o la beligerancia de Peter Tosh, quizá junto a Desmond Dekker el antecedente religioso y el crecimiento del rastafarianismo de una manera paradójica los coloca a ambos como una base sólida de la cosmovisión y alcance del reggae que vendría después.
“Do The Right Thing”, su primer single, suma un ethos atribuible a Toots, quien lo declaraba cada vez que podía. Crear canciones que pese al contexto dejen un mensaje de búsqueda de justicia, no hace falta ser la cuchilla andante a la Peter Tosh para dejar claro una posición frente a cuestiones de equidad, raza y justicia. “54-46” fue el numero de preso que llevó Toots por un año al ser encarcelado, injustamente de acuerdo con él, por posesión de marijuana, de ahi nació un himno del Reggae.
Con la película The Harder They Come (1969) que incluye dos canciones de Toots, éste alcanzo la fama. “Pressure Drop” nació como un reclamo y llamado al karma sobre los productores y disqueras que explotaban y defraudaban a los músicos jamaicanos. “Sweet and Dandy” describe las desventuras de la pobreza: una pareja en su día de boda, los invitados y sin dinero, la realidad de una Jamaica pasando por dificultades en su nacimiento y colándose hasta en las canciones de Toots. “Monkey Man” señalando el racismo.
Podemos decir que Toots es omnipresente en la cultura musical contemporánea, con su obra llegando a todos los rincones imaginables por disimiles que fuesen. Toots fue de los primeros artistas jamaicanos que configuraron e influenciaron la labor de Toño Quirazco para discos Orfeón en el México de los 60s, en los 70s el Two-Tone británico con versiones de The Clash y The Specials, sus acordes fueron base para versiones de Kortatu, Negu Gorriak, y Fermin Muguruza. ¿Qué sería del Rock radical vasco sin “Sarri, Sarri” es decir “Chatty, Chatty”? ¿O de la ahora tradicional música Reggae-Ska argentina con su Luca Prodan, Los Fabuloso Cadillacs o Los Pericos?
Toots fue un personaje esencial que siempre estuvo en la línea del frente, desde 1962, abriendo a The Who frente a 90 mil personas en Estados Unidos, colaborando con Willie Nelson, haciendo covers de John Denver, ganando el Grammy, visitando México en 2019, y dando su último concierto el pasado agosto para celebrar otro aniversario de la independencia de Jamaica. Toots vivió de forma cadenciosa, como buen boxeador que fue, se ha ido esquivando golpes, con buen juego de pies y cantando la historia de su pueblo para que todos la conozcamos.
Pingback: Nominados al Grammy 2021 - Me hace ruido