Stay and fall:
30 años de Heaven Or Las Vegas de Cocteau Twins
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
En 1989, Cocteau Twins se encontraban en ese momento en el que muchas bandas no se quieren encontrar. Por un lado, se habían cimentado como los máximos exponentes de un sonido que prácticamente ellos habían inventado y modelado. Buena parte de la estética y el estilo de la disquera a la que pertenecían se les debía a ellos. Capitol Records había mostrado interés en firmarlos y, por lo tanto, catapultarlos a la fama total. Se podían dar el lujo de no salir de gira para promocionar el álbum que habían lanzado el año anterior sin mayores consecuencias. Robin Guthrie y Elizabeth Frasier, dos tercios de la banda, le habían dado la bienvenida a su primera hija, lo que provocó que a Frasier le entraran nuevos bríos para componer y cantar. Pero por el otro lado, la relación del grupo con Ivo Watts-Russell, el presidente de 4AD, se había enfriado. Guthrie se hundía cada vez más en sus adicciones, y el padre de Simon Raymonde, el otro miembro, había muerto, lo que lo había sumido en una profunda depresión. Fueron esos contrastes en las vidas de todos lo que dieron pie el año siguiente a la creación de la que, indiscutiblemente, sería la obra maestra de los Cocteau Twins.
Heaven Or Las Vegas, desde el título es una declaración del lugar del que está partiendo. Dos extremos con los que sus creadores constantemente están luchando. La luz y la alegría de “Iceblink Luck” contra la melancolía de “Fifty-Fifty Clown”. La explosión de sonido de “Cherry-Coloured Funk” contra el duelo en “Frou-Frou Foxes In Midsummer Fires”. Los cambios de humor van de una canción a otra y del inicio del álbum al final. Todo, además, queda resumido en la canción que le da título. “Heaven Or Las Vegas”, con su melodía esperanzadora contrastando con una letra que tiene más preguntas que respuestas. Todo aquí es lo etéreo versus lo material. Lo eterno contra lo inmediato. La vida contra la muerte. Fraser, como vocalista, parece saberlo. Nunca, en toda la carrera del grupo, había sonado tan entendible como aquí. Como si quisiera, por primera vez, dejarnos en claro de qué trata el concepto de estas canciones.
Watts-Russell, a pesar de su desgastada relación con los Cocteau Twins, no dudó en nombrar a Heaven Or Las Vegas como el mejor álbum que haya salido de 4AD. No es poca cosa. Éste es un álbum que define a una banda, a un género, a un estado de ánimo. Es un álbum que trasciende este plano y nos guía a otras dimensiones de la mano de sus creadores.