Autechre
SIGN
Warp Records
9.7
Por Ricardo Hernández Salinas @kh40ss
Siempre es un gusto el conversar al respecto de los ingleses Rob Brown y Sean Booth y es que, escribir sobre Autechre es hablar de electrónica de culto, indescriptible mediante adjetivos y solo comprensible al oído fonético. Después de siete años de Exai, su último álbum de estudio, y sus exquisitas y diversas grabaciones en directo, nos presentan SIGN lanzado el 16 de octubre sobre la legendaria disquera Warp Records.
Es difícil describir el trabajo del dúo de IDM pero de ser necesario, podemos decir que SIGN es una compleja arquitectura de paisajes sonoros, un álbum compuesto de capítulos asonantes, que así como se contrastan entre ellos al mismo se complementan, por ejemplo la apertura es caótica con “M4 Lema“, complementada de “F7” un track sumamente agudo y disruptivo, y es entonces cuando entra la maquinaria análoga secuenciada que es el sello de de Autechre en forma de juegos lúdicos en “si00” todo esto es elevado por “esc desc“, un track realizado como un score cinematográfico, el cual es casi orquestado en ejecuciones lineales sin loops. Esta secuencia teatral es interrumpida por “au14” realizado en base de kicks que nos recuerda las secuencias del legendario Roland TR-606.
Ahora nos encontramos en la cresta del álbum, mi personal parte favorita y uno de los tracks más bellos que he escuchado en todo este año: “Metaz form8“, un paisaje sonoro espacial y etéreo, con una curva de inicio y final en la que podemos sentir la ejecución en conjunto y conversativa fonética sin palabras, este es el track con el cual entendemos la declaración de uno de los creadores acerca de este álbum:
Todo lo que ofrecemos es música. Aparte de eso, nada importa. No me importa un espectáculo de luces elegante. La oscuridad suena mejor siempre escuchando música, cierra los ojos y escucha.
– Sean Booth.
Los siguientes tracks son casi relatos sci-fi, como “Th red a” la cual fácilmente podría sonorizar una película de Stanley Kubrick si éste siguiera activo en al año 2040 y es que, aún que pareciera exagerado, Autechre tiene este singular sentido de hacer música futurista con maquinaria análoga del pasado.
Así es como llegamos a “r cazt“, el melancólico final de SIGN en forma de cortinilla atmosférica para cerrar uno de los discos más importantes del año 2020, del cual propios y extraños se encuentran escribiendo y conversando, afianzando la afirmación del Festival Sonar para describir a Autechre en aquél año 2015 en Barcelona: “Sin exagerar: uno de los nombres más importantes de la historia de la música electrónica.”