Evil times are coming:
40 años de Super Trouper de ABBA
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
Para finales de los setenta, ABBA se habían convertido en la banda más exitosa en salir de Suecia y uno de los actos Pop más redituables en la historia de la música Pop. Habían pasado de hacer Pop juguetón con algunas tendencias folkies medio malentendidas a principios de su carrera, a subirse de lleno a la ola Disco. Voulez-Vous de 1979, había sido un mega trancazo. Björn Ulvaeus y Benny Anderson tenían un oído envidiable y una sensibilidad compositora que rozaba la de Brian Wilson y, bajita la mano, por su capacidad de hacer gemas Pop como cualquier cosa, casi se podían poner al tiro con la dupla Lennon-McCartney. En 1979, las rencillas y los divorcios que terminarían por tronar a la banda dos años después, aun se sentían lejos en el horizonte, y la mezcla de las composiciones de esos dos hombres con las voces de Agnetha Fältskog y Anni-Frid Lyngstad alcanzaron una nueva altura en el que sería su séptimo álbum.
En Super Trouper, Ulvaeus y Anderson olvidaron el sonido Disco de su inmediato antecesor y optaron por un sonido más tradicionalmente Pop, menos enfocado a la pista de baile y más al disfrute como un todo de cada una de las diez canciones que lo componen. Las letras son un poco más adultas, por decirles de algún modo. Hay reflexiones sobre el super estrellato al que llevaban expuestos desde casi toda la década anterior, un par de cuestionamientos sobre el amor de pareja que ya no son meros relatos de amor adolescente. Para este momento de la carrera del grupo, cada álbum que lanzaban parecía un Greatest Hits por la cantidad de sencillos exitosos que se desprendían. Aquí es el caso de “The Winner Takes It All”, “Super Trouper” y “Lay All Your Love On Me”, inmediatamente reconocibles desde las primeras notas. El segundo sencillo en desprenderse del álbum, “On And On And On”, para quien esto escribe, es la obra cumbre de ABBA. Casi cuatro minutos de puro absoluto gozo, una melodía perfecta, armonías vocales impecables, un sintetizador que los pone en el momento exacto en el que tienen que estar, una melodía inmediatamente identificable como sacada de los Beach Boys. Si alguien duda de la calidad de ABBA, ésta es la canción con la que hay convencerlos de reconsiderar su postura respecto a la banda. El resto del disco se divide en baladas igual de cuidadas (“Andante Andante”, “The Way Old Friends Do”), alguna que otra cancioncilla Pop inocua (“Happy New Year”) y un par de extraños experimentos medio Synthpop (“Me And I”, “The Piper”) que suena más bien a una autocomplacencia, merecida eso sí, de parte de sus creadores.
Super Trouper sólo abonó al estatus de mega estrellas de la banda a nivel mundial, pero también empezó a mostrarlos más maduros, menos juguetones. Es el eslabón entre la fiesta y la diversión de los años previos y el amargo final que representaría The Visitors de un año exacto después.
