¿Por qué la música de The Mandalorian es tan buena? Por Ludwig Göransson

Foto Austin Hargrave

Por moonman

Afortunadamente estamos viendo un cambio muy notable con el surgimiento de una nueva generación de músicos de scores para películas. Un gran ejemplo es Hildur Guðnadóttir de 38 años y ex integrante de Múm (que vino a México en 2010) y que logró un excelente match entre la coreografía actoral de Joaquin Phoenix y su música en Joker.

El otro gran ejemplo es el joven de 36 años Ludwig Göransson, que debido a cómo ha ido formando su carrera, ha logrado un cruce de influencias con su propia visión que recopila, apunta y personaliza muy hábilmente a un proyecto en específico. Como lo hizo para las películas de Creed, en donde grabó los sonidos de los entrenamientos de box para llevárselos al estudio y ver cómo los incluiría en el score.

Antes de hablar de cómo sacudió el universo casi intocable de Star Wars con la música de The Mandalorian, conozcámolo.

Foto Austin Hargrave

Sueco de nacimiento y nombrado como el compositor Ludwig van Beethoven, siempre mostró interés por la música. A sus 23 años decidió irse a Los Ángeles, donde sabía que podría desarrollar mucho mejor su potencial musical; ahí conoce al director Ryan Coogler que se volvería su compañero profesional y personal hasta hoy en día, ya que gracias a él, logró ganarse un Óscar en 2019 por la música para Black Panther, la cual fue el resultado de una estadía en Senegal para conocer el origen de la música africana y reclutar algunos músicos para el proyecto.

Para TV, fue el creador de la música para la serie de comedia Community (la cual se las recomendamos ampliamente). Ahí conoce a Donald Glover aka Childish Gambino y se convierte en su productor de cabecera desde su álbum debut Camp, el multipremiado sencillo “This is America” (el cual fue nuestro #1 en 2018) y su experimento del año pasado titulado 3.15.20. También ha trabajado con HAIM, Chance The Rapper, Moses Sumney, Vince Staples, Alicia Keys, Vampire Weekend, Travis Scott y Lykke Li ya sea para sus producciones o para canciones dentro de sus soundtracks.

El universo de Star Wars es como una religión: muchos la profesan y pocos la cuestionan debido al impacto cultural que hicieron. Pero vivimos en tiempos extraños en el que la TV se ha convertido en la nueva sala de cine y las producciones justamente deben de tener ese grado de calidad para que los espectadores inviertan su tiempo no solo una hora y media o dos de una película, sino un maratón de 10 capítulos.

En esta conversión, las producciones deben de ser mucho más ambiciosas y un ejemplo de ello es The Mandalorian, serie que ha sido valorada por romper algunas reglas de este universo al tener su propia narrativa que convive amablemente con todo lo que ya se ha creado. Justo su música es así: tiene un toque heroico que fue dictado por John Williams pero logra tener una personalidad propia con beats que realmente suenan al siglo 21 que contrastan con percusiones orgánicas e instrumentos que van desde un piano, guitarras acústicas y eléctricas, el Fender Rhodes que fue un hit en los 60s y 70s, y el instrumento estrella que le da autenticidad a la música de The Madalorian: el bass recorder, el cual fue la base para todo el resto de la instrumentalización.

Recopilamos algunas citas de entrevistas que ha dado para Variety y The Ringer para que, en sus propias palabras, vean cómo fue la creación de la música de The Mandalorian:

Quise recordar el impacto que tuvo en mi Star Wars cuando la vi por primera vez y cómo podía recrearla. Recibí una llamada de Jon Favreau porque me quería conocer. Fui a su oficina y solo vi artes porque estaban en pre producción y me dijo que el personaje estaba inspirado en películas de samurais y westerns.

No fue hasta que comencé a trabajar con la música de The Mandalorian, en la temporada 1, donde pude poner muchos géneros en un solo sonido. Por supuesto, existe la presión para estar a la altura del éxito de la primera temporada, no quería reinventar la rueda para la segunda temporada, sino quería crear un nuevo paisaje sonoro en un universo donde esa vieja música significa mucho para tanta gente. La presión ahora está un poco baja y puede divertirme de nuevas formas.