RPM: 25 años de The Score de Fugees

If I could rule the world:
25 años de The Score de Fugees

Por Ernesto Acosta Sandoval IG: @erniedoesvinyl

Los Fugees venían de un disco debut que había pasado casi desapercibido. Blunted On Reality (1994) vino y se fue y nadie le hizo mucho caso, pero cuando tienes a un presidente en la disquera a la que perteneces que le tiene más fe a la música que a los números, las cartas juegan a tu favor. Y eso fue lo que le pasó al trío conformado por Wycleaf Jean, Lauryn Hill y Pras Michel. En vez de reclamarles, Chris Schwartz, el jefe de Ruffhouse Records, les dio un adelanto de 135 mil dólares y carta blanca para que hicieran lo que quisieran. El grupo hizo lo que cualquiera en su posición, con un poco de responsabilidad, tendría que hacer: compraron equipo y se encerraron a grabar en el sótano del tío de Jean. Cinco meses después, a finales de 1995, terminaron uno de los statements más absolutos en la historia del Hip-Hop. Un álbum de 13 canciones (17 si se incluyen los bonus tracks) con algunos tintes políticos, muchas confesiones personales, reapropiaciones de canciones híper populares, ya fuera por medio de sampleos (“Zealots” y el loop de “I Only Have Eyes For You” de los Flamingos), o tal cual, covers impecables: los dos éxitos más grandes en desprenderse de The Score fueron versiones a “Killing Me Softly” de Roberta Flack, y a “No Woman No Cry” de Bob Marley.

The Score es un álbum que, pese a haber sido lanzado en un momento álgido para el género, se siente suave. Los beats y los rapeos de los miembros están inmersos en una coolness infecciosa, brillante e íntima. Es la mezcla perfecta de las influencias tanto R&B como las más puramente hip-hoperas de la banda. Por momentos recuerda a De La Soul, pero hay algo ahí de Marvin Gaye. La voz rasposa de Lauryn Hill contrasta con el terciopelo vocal de Wycleaf Jean sobre un loop de “God Made Me Funky” de los Headhunters en “The Beast”. En estas canciones hay mucho de un humanismo y un amor por la cultura negra casi conmovedor (“Ready Or Not”). Hay una búsqueda por la igualdad de género insólita para el género por la manera en la que Hill no le pide nada a sus compañeros de banda cuando toma el micrófono (“Fu-Gee-La”).

Los Fugees se desintegraron después de The Score. Sin embargo, el álbum fue un éxito masivo, tanto de ventas como de crítica. Convirtió a cada uno de sus miembros en súper estrellas por derecho propio. Casi me atrevería a decir que le dio las herramientas a cada uno para las alturas a las que llegarían en sus carreras solistas. Y no es poca cosa. Dos años después, Lauryn Hill lanzaría The Miseducation Of Lauryn Hill y con eso queda todo claro.