Say hello to forever:
25 años de Travelling Without Moving de Jamiroquai
Por Ernesto Acosta Sandoval
Jamiroquai, en 1996, venían de un par de álbumes medianones. Tanto en crítica como en éxito, Emergency On Planet Earth y The Return Of The Space Cowboy, mostraban a la banda londinense como un grupo de Funk y Acid Jazz con algo de conciencia social y ecológica que no terminaba de amarrar. Ambos álbumes sonaban bien, con una buena voz al frente, pero no eran nada del otro mundo y parecían hechos más bien para clavados en el género, o géneros, en los que estaban incluidos. Como muchas veces ha sucedido en la historia de la música Pop británica, además, fuera de la isla, no eran muy conocidos. Hasta que grabaron el video para el segundo sencillo de su tercer álbum Travelling Without Moving y todo explotó.
“Virtual Insanity”, peligrosamente, colocó a Jamiroquai en el borde de ser un one hit wonder. En parte porque su mencionado video resultaba, primero, una curiosidad, y después, ya viéndolo más de cerca, una proeza técnica. Pero también porque la melodía de la canción era infecciosa, pegajosa a más no poder y, en corto, buenísima. “Virtual Insanity” les generó el buzz suficiente para que el álbum en el que venía incluida despertara la curiosidad en ambos lados del Atlántico y los salvara de esa infame categoría. Travelling Without Moving es el álbum de Jamiroquai que los desmarcó de sus entregas previas. Donde antes había letras con un mensaje sermoneador, ahora había canciones sobre chicas cósmicas, autos a toda velocidad, ponerse pacheco, y pasarla bien. Musicalmente, también se separaron de cosas más experimentales para abrazar algo de disco (“Cosmic Girl”), Funk a la Parliament con toques de Bossa-Nova (“Use The Force”, “Travelling Without Moving”), bases ponchadas y directas (“High Times”) y baladas ligeras (“Everyday”, “You Are My Love”) con un toque más personal y que los separaron de “copias de Stevie Wonder”, como los habían acusado unos años antes.
Travelling Without Moving convirtió a sus creadores en súper estrellas, más allá de géneros y categorizaciones. Nominaciones a los premios MTV, en los que, cosa rara para una banda relativamente desconocida en ese momento, salieron como los triunfadores absolutos de la noche con cuatro premios, incluyendo Video del Año y Video Revolucionario; el Récord Guiness al álbum de Funk más vendido de la historia; Jay Kay pasó a ser una figura híper reconocible, incluso hasta hoy (lo tomaron por uno de los que irrumpieron en el Capitolio en enero de este año y tuvo que salir a aclarar la situación).