Por Diego Álvarez Rex
¿Si aún no han visto a Cariño que están esperando? El concierto de anoche en Lunario es prueba que algo está pasando entre las bandas jóvenes de habla hispana, y es que para los que nos tocó ver crecer bandas en México como El Mató a un Policía Motorizado, El Columpio Asesino y Gepe, vemos como ahora hay una nueva generación de audiencias y bandas que crea las comuniones tan especiales que a nosotros mismos nos tocó ver en ocasiones pasadas.
Fue apenas el año pasado que Cariño dio dos fechas completamente agotadas en el Foro Indie Rocks, y quitadas de la pena entraron por la puerta grande con su primer Lunario para ser recibidas igualmente por un recinto completamente lleno que sonó más fuerte que el sistema de sonido. Show todas las edades, tamaños y credos, el común denominador es esa sensación de relación de amor millennials/gen-z donde todo es sufrimiento un día, y al otro es alegría y felicidad.
Lo mejor de Cariño en vivo es que es pura energía, no hay espacio más que para soltarse y dejarse ir con el distorsionador a tope. Muy al estilo de lo primero de Jesus & Mary Chain, fue una golpiza de ruido, pero con la particularidad de voces melosas y empalagosas más letras directas y agresivas. Tal vez no hubo slam pero por un momento el suelo si retumbó.
Una veintena de canciones en poco más de una hora bastó para que Cariño diera todo para México, una tras otra con coros a gritos en “Bisexual”, “Te Brillan”, “Tamagotchi” y el épico momento de “Excusas”, para que después que acabara el recital la muchachada pidiera aún más y más, ¿y saben qué? Las Cariño regresaron y tocaron una más que, por cuestiones de programación en la batería electrónica, tuvo que ser “Canción de pop de amor” por segunda vez, pero ahora con todo y stage dive por parte de Paola Rivero que inclusive se llevó una bandera de México intervenida por su club de fans.
Un espectáculo generacional para una audiencia mexicana muy joven que descubre a sus nuevas bandas favoritas y además puede verlas en vivo en cuestión de meses. Increíble que rápidamente tengamos no solo a Cariño en México sino a Carolina Durante, Margarita Siempre Viva y Depresión Sonora creando comunidades de fans que se conocen en los conciertos, que crean ambientes muy particulares en estos conciertos, que nos hacen sentir que algo está pasando.