King Gizzard & The Lizard Wizard
The Americojones Experience
Por Melissa Moncada @missflirt
La espera para que este show sucediera fue larga, la desesperación por no haber alcanzado boletos para su primera presentación fue frustrante pero nada aniquilaría las ganas de reventar nuestras neuronas ante los sonidos psicodélicos que sabíamos los nuevos australianos consentidos nos tenían preparados.
Larga también era la fila que se hizo afuera de la recién estrenada House of Vans, y para quienes aún no la conocíamos, fue una buena primera vez, pues el cambio que le hicieron al venue fue realmente sorprendente, porque sí, ya es un lugar para ir a disfrutar una buena presentación, ya sea de trabajos de arte, fotográficos o conciertos.
El bowl que quedó en medio de todo el lugar, destinado para que los patinadores se dieran grasa, también quedó como espacio perfecto para la conglomeración de gente sedienta de empujones, slam, brincos, gritos y todo el desmadre que se les saliera por los poros, y sí, se aprovechó como debía ser.
El primer acto fue ver a The Americojones Experience y su carta de presentación fue interpretar parte de su disco Animal del Demonio, y lo hizo muy bien porque en la guitarra y toda su presentación hasta en el acompañamiento se escuchaba que traían “El diablo en la sangre” y desde que empezó fue una vuelta por “La Rueda de la fortuna“, como es arriba, es abajo y nadie parecía aburrirse..
Se disfrutaba muchísimo, hasta para quienes no conocían aún el trabajo de Americo y se descubrieron de repente disfrutando de ese momento de como querer estar en el cielo, así como querer ir al infierno y cotorrear un rato con el demonio. Todo se calentaba perfecto para el momento más deseado y ni el amontonadero de gente lo pudo apagar.
Ya caliente el ambiente, y escuchando el inicio de “Head On/Pill“, los gritos y la emoción no terminaba, y los visuales con los que se acompañaba la experiencia de las australianas lagartijas hechiceras, estuvo con madre.
Hubo crowdsurfing un par de veces, y la ejecución de los instrumentos hipnotizó al público sin parar, desde las partes de saxofón, y por supuesto los solos de flauta que se avienta Stu, porque muy pocas personas habían imaginado que podía hacer tanto ruido con la flauta dulce, todo era impresionante y apenas llevaban tres canciones, pero ya est´sbamos dentro de un videojuego, bien clavados para pasar al siguiente nivel.
Entre rayos, guitarrazos, chingadazos en los tambores de la batería, ya estábamos en un jardín de duendes, la psicodelia nos entraba por los oídos, se nos desbordaba por los ojos y explotaba en cada brinco y empujón, y es que de verdad hubo de todo, pues hasta nos tocó cantarle “Las mañanitas” a Cook Craig que andaba celebrando su cumpleaños, así que se le celebró con muchos gritos, cervezas y energía a tope.
Expertos en dejar un gran sabor de boca con cada show, cerraron la noche con dos favoritas del público mexicano: “Rattlesnake” y lo que todes nos preguntamos tras vivir esta deliciosa experiencia de locura “Am I In Heaven?”
Sí, fueron pocas canciones pero muchísima energía que siempre se agradece y queremos que se pueda repetir lo más pronto posible, pues dijimos que estábamos sedientos de su magia y así seguiremos. Aún nos deben la entrevista, así que por ahora, todo bien.
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