Entrevista /// Pensamientos con Cariño

Entrevista MHR:
Pensamientos con Cariño

Por C. Hadad

Hay personas que llegan a tener inconveniente a la hora de pensar en el destino, pero se podría decir que existe una visión que deja un espacio al libre albedrío. En esta, se plantea, que durante tu vida sueles cruzarte con una infinidad de personas que son capaces de tener influencia en ti de distintas maneras, pero sólo con algunas pocas habría la posibilidad de crear una gran historia; como si se tratara de una puerta donde decidirás si cruzarla o no, siendo esta decisión la que podría significar que cambien todas las cosas como las conocías o simplemente seguirán igual, claramente sin saber cuál será el resultado. Para nuestra fortuna, no fue el caso de las integrantes del grupo Cariño quienes decidieron cruzar esa puerta.

En la actualidad cuentan con una carrera en ascenso que las ha llevado a ser el cuarto grupo de España en poder tocar en el festival Coachella 2022 con tan sólo haber editado un EP, sencillos sueltos y ahora con su primer LP homónimo. Consiguiendo de esta manera poder tocar en distintas partes del mundo que han ido valorando la forma que rescataron ese género particular de su país conocido como Tontipop.

Y es que todo pareciera tan onírico desde el momento en que se conocieron María Talaverano (cantante y teclado) y Paola Rivero (guitarra) en una aplicación de deslizamiento tipo Tinder, pero enfocada sólo para chicas, en donde tuvieron un resultado diferente al esperado del cual siempre han comentado que, “no surgió el amor, pero sí el cariño”; fue a partir de ahí donde las circunstancias se comenzaron a alinear sin darse cuenta al grado de llegar a vivir en la misma calle.

Fue sin querer porque estaba buscando donde rentar y su vecina en el mismo piso estaba buscando compañera, entonces pues salíamos por la ventana y nos hablábamos. Y Alicia estaba siempre en casa de Marco, el chico con el que tiene su otro grupo El Buen Hijo y entre otros que también estaban en la misma calle.
– Paola

Aunque en ese momento María solamente conocía a Alicia Ros (cantante y bajo) de vista, no fue sino hasta un concierto de ella donde decidió mostrarle una grabación casera de la canción que sería su carta de presentación al mundo, la cual se conocería como “Canción pop de amor“. Después de escucharla aceptaría entrar al grupo pero con la condición de poder cantar.

Fue así como subieron su primera canción a Bandcamp para compartirla entre sus conocidos y, sin esperarlo, comenzaron a recibir mucha atención y aceptación de la gente, llegando de esta manera a ser invitadas a unirse al sello discográfico Elefant Records.

A partir de ese momento su carrera se convertiría en una especie de bola de nieve que conforme fue avanzando agarró fuerza, velocidad y tamaño.

Fue muy rápido, es que nos dijeron “en dos meses tenéis que preparar un disco” entonces ellas contactaron al chico que pintó el cuadro para la portada, le dijimos unos cuantos elementos que queríamos que aparecieran y entonces él hizo ese trabajo
– Alicia.

Llevadas por esta inercia acompañada por la alegría de sus integrantes, Cariño se adentró a un estilo de vida más acelerado, mismo que sería replanteando con la llegada de la pandemia sobre todo por Alicia que reflexionó al respecto: “Es que el primer y segundo año tocamos muchísimo por España y como estábamos muy emocionadas salíamos bastante. Cuando llegó la pandemia fue como, ‘gracias por poder parar’, porque llevábamos un ritmo en donde no descansábamos y al final no éramos conscientes de todo lo que nos estaba pasando, por lo que no podíamos valorarlo como lo que es, una suerte al final”.

Aunque claramente esa etapa inicial fue fundamental para seguir dando forma a su carrera musical, al ir conociendo a las personas que les ayudarían a ese propósito. “Al final estábamos muy emocionadas porque coincidíamos en festivales con grupos que nos molaban mucho. Entonces veíamos sus conciertos, luego a lo mejor podíamos conocerles o nos hacíamos colegas de otras bandas y tal. Era muy divertido pero al final era cansadísimo”, agrega Paola.

Durante esa época fue que conocieron a Juan Pedrayes, integrante del grupo Axolotes Mexicanos, quién sería el productor de su primer disco de larga duración. “Es colega nuestro, justo de los festivales de la escena de música en Madrid. Probamos con él en la canción de ‘Te Brillan’ y como el sonido que sacó nos gustó mucho quedamos muy contentas. Comenzamos a maquetar las canciones con él y, bueno todo empezó a tomar forma donde tuvo mucho sentido por lo que nos fuimos al estudio con él”, menciona Paola, que también llega a ser productora.

Siendo de esta manera que se sumaría al proceso de composición de Cariño que ya llevaban anteriormente, en donde ella hacía un primer trabajo que después era mostrado a Juan, quien al tener conocimientos de batería, fue el área de oportunidad en donde más aportó ya que ellas mismas consideran que en ese aspecto su primer EP era algo más simple y sencillo, y ahora sienten que tienen baterías más elaboradas.

Otra de las personas que se sumó a Cariño fue Nina Muro, con la que quedarían encantadas con su trabajo después de que les realizara los visuales de su último concierto antes de la pandemia, por lo que naturalmente buscarían trabajar con ella de nuevo, ahora para el arte del disco. “Ella tiene buen gusto, confiamos mucho en su criterio”, expresa María con total seguridad siendo complementada en su comentario por Paola, “nosotras le íbamos platicando las movidas que se nos ocurrían y ella las materializaba, pero también nos aportó muchísimas cosas…” a lo que agrega Alicia: “La verdad es que la mareamos un poco porque estábamos de ‘queremos esto, queremos lo otro’ y ya entre todas llegamos a esta conclusión”. Fue así que salió el concepto para la portada como si se tratara de una planilla de pegatinas como las que venían en las libretas de la escuela, en donde te encontrabas un cuaderno en blanco que estaba a disposición de diversos elementos visuales para personalizarlo y hacerlo propio, al menos esa fue la idea para la edición física, para el disco digital decidieron poner todos los stickers disponibles.

Durante ese tiempo que estuvieron trabajando en su disco fueron arrastrando una invitación al festival Coachella en su edición del año 2020, misma que dudaron de su veracidad desde el primer momento que recibieron un mensaje por Instagram de un chico de Los Ángeles, en donde les indicaban que estuvieran atentas a su correo en próximos días. Mismo que llegaría después con un contrato de varías hojas con el que confirmaron que era real. Sueño que después se vendría abajo con las diversas cancelaciones que se dieron ese año pensando que sólo quedaría como una anécdota de la vez que iban a tocar ahí.

Con la reactivación de los eventos Cariño volvería a ser programado para la edición 2022 aunque para ese momento, Paola se mantenía escéptica al respecto: “Yo no me lo creí hasta que no entrara en el festival, porque como ya habíamos estado en el 2020 con lo de que se había cancelado, por lo que hasta que no estuviera adentro y me pusieran la acreditación y tal yo no me lo creí. Pero al entrar fue como de ‘¡Qué! ¿Estamos aquí?’ Fue muy guay, es una experiencia bastante loca donde sigo sin entender qué ha pasado.”

De esta manera es como han ido dando forma al destino que trazaron al decidir emprender este proyecto juntas. Aunque aún no logran dimensionar lo que está sucediendo, comienzan a ser conscientes de lo que deben hacer ahora. En su momento dieron el primer paso pero en la actualidad han ido cambiando su forma de manejarse para poder cuidar lo que han conseguido, algo que tiene muy presente Paola, “somos más responsables y nos cuidamos más. Yo creo que es lo que más ha cambiado, pero como que sigue siendo un poco lo mismo. Seguimos tratando de verlo en plan como tres colegas que hacen música pero con más responsabilidades.” a lo que agrega Alicia “sí, se nota un poco la presión que nos ponemos nosotras mismas de, ‘¡Uy! Esto ya es nuestro trabajo y es nuestra profesión por lo que hay que cuidarla un poco más y ser más cuidadosas’, pero a la vez también nos decimos como ‘¡Ostia, qué somos profesionales!’, como que no terminamos de creérnoslo. María y yo siempre lo decimos”.

Sólo queda descubrir junto a ellas a dónde llevará esta historia que comenzó con un intento de dos personas que estaban buscando algo de amor, quizás pensando que encontrarían una pareja más o un ligue pero terminaron formando una familia que, con su peculiar mezcla de personalidades, le dieron vida a un proyecto que tanta gente ha abrazado con mucho cariño.