Amelia Moore:
Basquiat, robots con sentimientos y Sour Patch Kids
Por Aarón Cortés @acorsaint
Originaria de Atlanta, Estados Unidos, Amelia Moore creció en un ambiente descrito como “religioso/conservador”, donde gracias a las actividades que ofrecía la iglesia, despertó su interés por la música desde sus primeros años de vida. Todo comenzó en el coro y de inmediato se aventuró a aprender violín a la impresionante edad de cinco años, posteriormente avanzó a los teclados y tantos otros instrumentos como le fuera posible.
Fue así como Amelia Moore se dio cuenta que quería dedicar su vida a la música y luego de hacer su respectiva lucha para cambiar la ideología de sus padres, quienes en un principio no apoyaban su decisión, creó su propio mundo en el que busca cambiar la estructura convencional de la música pop para innovar dentro del género. Lo mejor de todo es que estamos hablando de una persona de apenas 21 años, cuya experiencia se remonta a sus primeras vivencias y que tiene toda una carrera por delante.
Amelia Moore posee una personalidad carismática cuya actitud se complementa a la perfección con un llamativo tono naranja en el cabello, y una extraña estética inspirada en la tecnología digno de una película de ciencia ficción. Su voz es fresca e ideal para canciones Pop pegajosas, acompañadas de sintetizadores y elementos que busquen alejarse del Pop genérico, sin perder las cualidades que implica formar parte de este género.
Podríamos compararla con una etapa temprana de Billie Eilish en su primer álbum y un poco de Grimes, pero lo cierto es que Amelia Moore es un concepto al que vale la pena acercarse con la mente abierta para disfrutar al máximo sin prejuicio alguno.
Recientemente sacó su EP debut, teaching a robot to love y con motivo del lanzamiento platicamos con ella sobre su amor por el arte, cómo crear la canción perfecta y hasta su relación con los Sour Patch Kids.
Aquí les dejamos el enlace: