Oliver Sim
Hideous Bastard
Young
8.1
Por Ernesto Acosta Sandoval
Pues parece que este año tampoco habrá nuevo disco de The xx. Pero no importa mucho. Oliver Sim, de la mano de Jamie XX, lanzó su primer álbum solista y el resultado es satisfactorio. Tal parece que I See You (2016) les partió la carrera en dos a los miembros de la banda. Quizá la semilla se sembró desde In Colour (2015), el primer esfuerzo en solitario de Jamie XX. La cosa es que The xx nunca ha vuelto a sonar crepuscular, oscura o sombría desde hace ya varios años. Ni como banda, ni como individuos. Y está bien. Esto es un verdadero arco creativo. Hideous Bastard, el álbum de Sim, explora terrenos, en su mayoría, nuevos e inexplorados. Su voz, otrora lánguida y pesimista, ahora se mueve a terrenos más brillantes, algo juguetones y curiosamente robótica, lo que la empareja con los beats y da como resultado una canción tan aplastante como “Romance With A Memory” o algo tan peculiar como “Sensitive Child”. A lo largo de los diez tracks que conforman el álbum, Sim se escucha en completo control de si mismo y, por momentos, hasta divertido. Atrás quedó la figura vestida de negro, que le dejaba el spotlight a sus compañeros de banda, mientras se escondía en la comodidad y la tranquilidad del bajo.
Como le sucede a su banda, clasificarlo es difícil y resbaloso, pero esto es lo más cercano al Rock que cualquiera de los integrantes haya hecho, juntos o por separado. Hay una ansia por liberarse en casi todo sentido, que tal vez tenga que ver con su reciente revelación de llevar la mitad de su vida viviendo con VIH. “Never Here” suena atmosférica, ominosa y explosiva al mismo tiempo, de las más similares al trabajo que ha hecho con su banda. “Saccharine”, sin embargo, se lleva el premio a la más xx de todas. Por el lado de las letras, hay visitas a temas que nunca había tocado, como su sexualidad, en “Fruit” o “Confident Man”. “GMT” empieza íntima y termina siendo épica. Esta es la gran característica del álbum, va de un extremo a otro y se siente natural. Hideous Bastard no es un grito desesperado ni innecesariamente dramático, pero es catártico, honesto y conmovedor por partes iguales.
Aquí hay un buen inicio para una posible carrera solista más larga y fructífera. Hay prueba y error, pero con un lado cargado más a los aciertos. No importa que llevemos seis años sin disco nuevo de The xx si esto es lo que, cada tanto, sus integrantes tienen qué ofrecer.