735 días: Rammstein Stadium Tour @ Foro Sol

Foto cortesía Olaf Heine

Foto cortesía Jens Koch

Rammstein Stadium Tour @ Foro Sol
735 días

Por Alejandro Ramírez @le_fraktal

“Armee der Tristen” ¿Cuánto tiempo esperaste por este momento? ¿Qué tanto te resististe a ver videos en YouTube de este show para que te tomara por sorpresa? ¿Con quién tenías planeado venir y terminaste por vender su boleto? Cada uno tendrá su propia historia de como llegó hasta ahí, porque el camino fue largo, doloroso para algunos, tortuoso para todos, pero lo logramos, las primeras notas de Rammstein hicieron que la espera valiera completamente la pena.

“Zick Zack” El Foro Sol es a partir de ese momento fue el epicentro de un catártico terremoto de espíritus que por fin fueron liberados, el primero de tres conciertos para la historia, se puede escuchar en las colonias vecinas, se puede apreciar a kilómetros de distancia, se puede predecir el FOMO de la gente que ahora querrá conseguir un boleto, porque este es uno de esos shows que podrás presumirle a tus nietos.

“Links 2 3 4” Una adolescente con playera de Iron Maiden, el cabello rizado largo, y un lado de su cabeza rapada haciendo headbanging ante la vista de sus padres de quienes seguro heredará sus chamarras de cuero, familias enteras, grupos de amigos que volvieron a juntarse para ir a un concierto, el ambiente es maravilloso. “Sehnsucht”, porque tal vez al escuchar este disco por primera vez te dieron ganas de aprender alemán y eventualmente lo hiciste, porque a pocas bandas se les profesa tanta devoción en nuestro país, porque la música nos hace bien aunque inspire lo más siniestro, lo grotesco, lo desconocido, lo que hace que nuestras abuelitas piensen que es música del demonio: “Zeig Dich” cual anunciación del armagedón, las trompetas de Gabriel mutando en riffs de guitarra, la batería como marcha de batalla de los cuatro jinetes del apocalípsis, una voz que podría estar recitando las más hermosas palabras pero que suena como el mismísimo Lucifer enlistando nuestros pecados.

Foto cortesía Frédéric Batier

Ver a Rammstein es como ver una ceremonia de graduación de la escuela que crearon KISS y Alice Cooper, la estética y lo colosal, los shows que van escalando en dimensión gracias a las nuevas tecnologías bien aprovechadas, los diseños complejos que literalmente envuelven al Foro Sol, porque las luces, la música, el performance son partes de un todo que en verdad conmueve e impresiona, como si Cirque Du Soleil intentara hacer un espectáculo inspirado por La Divina Comedia. Ver a Coldplay es como un tierno abrazo de tu novia mientras te besa, ver a Rammstein es como ser pateado por botas de soldados alemanes…y que luego te prendan fuego.

“Mein Herz Brennt” El amor por lo macabro, porque entre el público predomina el color negro, lo sinfónico y lo esencial del Heavy Metal, la perfecta ejecución de cada instrumento, el gran sonido que emana el sistema de audio dispuesto, el mejor lugar para estar en una fresca noche de sábado, “Puppe”, arde el llamas una carreola de acero en el escenario donde reposa un bebé diabólico que escupe insectos voladores por la boca que flotan en forma de confeti en el aire, tal vez es de esas cosas que por más que uno intente describir y simplemente no puede, fue un momento malditamente genial.

“Heirate mich” / “Zeit” Para apreciar el accionar de esta orquesta infernal que ha ganado adeptos gracias a su furia y la gran adecuación entre los instrumentos tradicionales del Rock y la Electrónica emanada de su tierra natal, como un extraño híbrido entre Kraftwerk y Black Sabbath por describirlo de alguna manera, pero un sonido muy único e innegable. Como cuando sonó “Radio”, donde no sabías si bailar o hacer headbanging…o ambos. Como un rave con sede en el infierno.

Foto cortesía Olaf Heine

Momento de cocinar con “Mein Teil”, donde una olla enorme aparece en escena, misma donde el chef canibal Till Lindemann sostiene un micrófono que simula un cuchillo, un enorme soplete no es suficiente para alcanzar el punto exacto de cocción del tecladista de la banda, por lo que se requiere la potencia de un cañón de fuego que causa explosiones.

“Du Hast” Porque tal vez conociste esta canción cuando ibas en la prepa y ahora llevaste a tu hijo a ver a la banda, momento de más fuego, y la muestra perfecta del por qué se debe ver a Rammstein por lo menos una vez en la vida. Pero hay un momento en específico, cuando suena “Sonne” y las enormes torres dispuestas por la escenografía escupen fuego a la par del escenario emanando un calor que se siente por todo el cuerpo, una experiencia física, así de intenso es lo que pretende Rammstein con sus presentaciones en vivo, y lo logra, literalmente te hacen sentir el calor de las llamas.

“Pussy” Una enorme representación fálica a modo de cañón expeliendo espuma entre el público, sin duda un show al cual no te dejarían ir tus padres católicos pro-vida, y peor aún, si escucharan un día la canción “Te Quiero Puta”, himno con el que Rammstein siempre demuestra su agradecimiento y cariño a su modo a los fans mexicanos, un tema que rechazarán las buenas conciencias y que seguramente levantará críticas de aquellos que no conocen el trasfondo de esta historia de amor entre la banda y México, pero qué importa, para bien o para mal se hablará mucho de esta primera noche, de esos tres conciertos donde incluso hubo gente afuera, en el perímetro del Foro Sol escuchando, donde se detenía el tráfico para dar un vistazo, que se pudo apreciar desde diferentes puntos de la ciudad en edificios altos, de aquel regreso tan ansiado, porque como dije anteriormente, toda la espera valió absolutamente la pena.

¿Cuánto tiempo esperamos por este momento? La respuesta son 735 días, ahora la verdadera pregunta es: ¿Por que te perdiste a Rammstein?