Por Diego Álvarez Rex
Tras un varias ediciones virtuales y cuando muchos dábamos por hecho que no sería sino hasta el 2023 que regresaría el formato presencial, el Festival Marvin regresó con algunos de los elementos que lo posicionaron como conferencias y funciones cinematográficas sin costo, y otras nuevas como más de un día de música en vivo y un “gran concierto” de inauguración siendo el caso de Devendra Banhart con Mabe Fratti en el Auditorio BB.
Un arranque de festival digamos “bien” a secas, porque fue claro que el precio en un panorama inflacionario fue un gran desmotivante para un artista que si bien es favorito en nuestra ciudad, de igual manera no incluía su ensamble completo y Mabe Fratti toca muy seguido en la CDMX por la obvia razón de ser local. Más que fans del venezolano o devotos del festival, el público se compuso de muchos elementos de la industria local y que son parte de las conferencias que estarán sucediendo en la Universidad de la Comunicación lo que resta del fin de semana; mánagers, distribuidores, bookers, otros músicos (incluidos Mint Field quienes curiosamente cancelaron su presentación en el festival) y por lo mismo, hubo un punto en la presentación tanto de Mabe como de Devendra que la falta de interés del público fue tan clara que sonaron más fuerte las pláticas, las órdenes en la barra y las entradas-salidas a la sala.
Mabe Fratti
Una consentida del circuito subterráneo que hemos visto crecer y que podríamos hasta temer que en cualquier momento es succionada por la industria “major”, ya que talento como el suyo no sólo es imposible que pase desapercibido, sino seguramente muchos querrán un “cachito” de ella; a Mabe muchos la conocimos como parte del ensamble Mondmaschine en NRMAL 2015, luego como parte del conjunto Amor, Muere (antes Love Dies) y luego como integrante del sello Hole Records donde no solo editó su debut sino además colaboró para este mismo festival como integrante del Damo Suzuki’s Network en 2019.
Concisa, majestuosa, Maria Belén es siempre garantía de un momento único en el espacio tiempo donde su música es la única protagonista. Contra el ruido del público o un micrófono rebelde, su presentación dejó a muchos con la boca abierta; piezas de sus tres álbumes sonando de manera ininterrumpida, tal vez para evitarse el bochorno de aplausos intermedios o crear una atmósfera con su instrumento pero su adición al festival y justo con Devendra Banhart fue un gran acierto. De hecho, el Auditorio BB ha sido el escenario más grande en nuestra ciudad donde Mabe se ha presentado en solitario y estamos seguros que después de anoche la voz se correrá con aquellos que aún no sabían del maravilloso mundo de su música.
Devendra Banhart
No hay falla con este hombre; sea con banda completa o en solitario con un par de guitarras. No solo se permite repasar canciones de toda su discografía, sino platicar por minutos y aceptar peticiones (la gente siempre pide las mismas: “Santa Maria da Feira” y “Carmensita“). Su show siempre tiene esta sensación de abrazar a un viejo amigo que te invita a no estar triste, a celebrar y a sentirte motivado por un mejor mañana. Ríes, te conmueves, platicas y ambos se dicen: “Te quiero”.
Un repertorio similar a su show en El Plaza Condesa, muchas de su disco MA como “Is This Nice?“, “Theme for a Taiwanese Woman in Lime Green” y “Kantori Ongaku“, más aparecieron algunas “rarezas” como “Abre las Manos“, “Good Time Charlie“, su versión de “Carolina” de Caetano Veloso y hasta un par de canciones totalmente nuevas (una de ellas, “Running“, la cantó tanto en inglés como español); también no faltó la “sorpresa” que muchos ya sabían por su relación amistosa de Silvana Estrada a dueto en “Mi Negrita“, que solo sirvió para reforzar la posición de la veracruzana como el “update” de Natalia Lafourcade. Acéptenlo sin pena.
El cierre fue el obligado encore de “Carmensita” donde todos por un momento dijeron: “Ah, esa sí la conozco” y levantaron sus celulares, y aunque el público dejara mucho que desear, la verdad es que la dupla en escena fue un gran acierto e hicieron todo en su poder para que quienes sí fueron con el interés de llevarse un recuerdo lindo del show, lo obtuvieran.
Round 1, faltan 2.
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