Por Josuelo
Atrás quedaron los años donde Metronomy era el proyecto de dormitorio de una sola persona (Joseph Mount) y con cada álbum que lanzan se sienten más sólidos como grupo. prueba de esto es que el pasado mes de febrero, el quinteto inglés lanzó su séptimo álbum de estudio Small World. “Se siente tan bien estar de vuelta”, declaró Joe en “It’s Good to Be Back”, primer sencillo que conocimos del disco, ellos se notaban felices de volver a donde pertenecen, a los escenario, cantando y tocando frente a sus fans.
La visita de la banda a nuestro país ha sido constante, hace un par de meses los pudimos ver como parte del Corona Capital de Guadalajara y justo un mes antes del encierro de la pandemia en 2020 se habían presentado también en el Pepsi Center promocionando el álbum Metronomy Forever. El set de la noche arrancó con “Love Factory” seguida por “The Bay”, uno de sus éxitos más celebrados. La alternancia equilibrada entre las canciones nuevas y los éxitos más antiguos da la oportunidad de divertirse, desde los fans nostálgicos hasta los recién llegados. Por que eso es algo de destacar que conforme han pasado los años han ido experimentado con nuevos sonidos y su base de seguidores ha ido en aumento.
En una noche de sábado muchos querían fiesta y bailaban a la menor provocación pero uno de los bloques más festejado fue el interludio instrumental compuesto por “The Light” , “The End of You Too” y “Boy Racers”, logrando una catarsis colectiva. Las transiciones entre géneros fue una constante durante el show, como lo demostraron con el Folk Indie de “Things Will Be Fine” de su nuevo álbum de estudio que reflexiona sobre los tiempos de confinamiento con optimismo y delicadeza.
El ambiente fue realmente vibrante cuando llegó el turno de “The Look”, uno de los temas que recibe una energía desbordante apenas al escuchar las primeras notas, fue otro de los momentos culminantes del concierto. La banda integrada por el teclista Oscar Cash, el bajista Olugbenga, la baterista Anna Prior y Michael Lovett en la guitarra, dieron el 100%, lo que resultó en grandes momentos liberadores y poderosos. “The Upsetter” puso fin al concierto, la banda abandona el escenario, dejando sonrisas en todos, solo para regresar unos minutos más tarde con un encore de cuatro canciones llenos de ritmos de bailables e influencias de música con guitarras como “Back on the Motorway” y “Old Skool“, sin dejar el el Pop melódico de “Love Letters” despidiéndose con un Noise Rock electrónico en “You Could Have Easy Had Me” de su debut de 2006.
Una noche donde se volvió a confirmar que Metronomy tiene un control magistral sobre su audiencia y que logra coherencia en el set a pesar de la gran disparidad en los géneros.