Ambiente General
La vieja escuela en el Flow Fest 2022
Por Antonio Carlos @thespectraltiger
Sir Speedy, vestido de blanco y con su inconfundible mohawk rojo, hizo una pausa entre canciones para darle las gracias al público mexicano por el apoyo a su carrera a lo largo de los años. Y en medio del agradecimiento recordó aquellas personas que hace quince años decían en México que la gente que escuchaba y bailaba reggaetón eran nacos y criticaban al género. Un par de mujeres del staff del festival asentían mientras el cantante decía esto y una de ellas remató diciendo “pinche gente”. Poco después, Speedy dijo al público que se dieran cuenta dónde se encuentra el género hoy día, a pesar de las críticas de mucha gente a lo largo de los años. En ese sentido, las palabras del cantante puertorriqueño reconocieron a un mismo tiempo la discriminación en contra del género, sus exponentes y el público que lo consume, pero también el triunfo del Reggaeton en los escenarios mundiales y en espacios que antes estuvieron cerrados para exponentes que -como él- no eran del agrado de sectores de la sociedad puertorriqueña, caribeña e hispanoamericana con poder social, económico, político y cultural.
En otro momento de su acto, el cantante recordó que él venía desde abajo, de una vida de carencias, y sabía lo que supone enfrentarse a ese tipo de comentarios y actitudes. Sus palabras me recordaron mi infancia en la década de los noventa mientras crecía en Puerto Rico, cuando empecé a escuchar Rap en español, Rap en inglés y Reggae, Raggamuffin y todos los géneros que iban mezclándose en el underground. Desde aquel entonces se hicieron presentes las narrativas discriminatorias en contra de este género que recién empezaba. Muchas de ellas lo adjetivaban con la palabra cafre (equivalente boricua de la palabra naco) que está cargada de las mismas connotaciones clasistas, racistas y discriminatorias. Por ello es importante recordar que el género no solo sufrió una persecución proveniente de narrativas hegemónicas, sino también como parte de políticas públicas, provenientes del gobierno de Puerto Rico y ejecutadas por la policía. En ese contexto, producir, performar y escuchar underground (y más tarde Reggaeton) suponía no solo un estigma social, sino que también podía tener repercusiones legales.
Es por ello que ese momento de reflexión de Sir Speedy (en medio del perreo y el sandungueo) me resultó completamente significativo. Sus palabras, que iban de la empatía con el público que hizo un esfuerzo económico para estar en el festival, hasta una actitud desafiante contra todas aquellas personas que han “hablado mierda” del género, sirvió como recuento de la larga y compleja trayectoria que tuvieron muchxs de lxs artistas del underground y de la vieja escuela del Reggaetón. Proceso que contribuyó a sentar las bases de uno de los géneros musicales más escuchados a lo largo y ancho del mundo. Hecho que ha permitido la existencia de artistas urbanos mundialmente reconocidos, no solo de Puerto Rico y el Caribe, sino también de México, Colombia, Argentina, Latinoamérica, España y Estados Unidos.
Mientras estaba en el escenario Vicky Dembow en el que se presentó Sir Speedy, me alegré de haber tomado la decisión de asistir, aunque fuera brevemente, a todos los escenarios en los que estarían esos artistas que empecé a escuchar en Puerto Rico en mi niñez y adolescencia, pioneros desde los tiempos del underground y que más tarde cimentaron el Reggaeton de la mata. Es por ello que en esta breve reseña hablaré de algunos de los actos de estos pilares del género urbano.
Baby Rasta y Gringo
Probablemente uno de los dúos más longevos y relevantes del género, Baby Rasta y Gringo se presentaron en el escenario Vicky Dembow, que estaba a reventar de gente lista para corear las canciones de estos artistas puertorros. En un set relativamente corto para el amplio catálogo musical con el que cuentan, cantaron varias de sus canciones más sonadas, desde fragmentos de aquéllas que los pegaron en los noventa con el Rap y el underground, pasando por el malianteo, el perreo, el romantiqueo, hasta algunas de sus canciones más nuevas y cargadas hacia el Trap.
Al parecer la altitud de la Ciudad de México afectó a los cantantes, que en un par de ocasiones mencionaron entre canciones que estaban quedándose sin aire. Del mismo modo, Baby Rasta indicó a los ingenierxs de sonido que no escuchaba su voz. Su comentario hizo evidente algo que ocurrió en varios de los actos a lo largo del fin de semana, ya que hubo problemas constantes con el sonido: desde cantantes que no se escuchaban, interrupciones en el audio, así como una predominancia excesiva de bajos, hecho que no permitía al público distinguir las voces de lxs exponentes, y tampoco percibir los medios y altos de las canciones. Baby Rasta también criticó, con su estilo desenfadado, a lxs organizadores del festival por el empalme en los horarios de artistas importantísimos en la historia del género.
Don Chezina
Lxs que crecimos escuchando a Don Chezina lo asociamos casi en automático con “El Bocón” (como se le conoce popularmente a la canción “Don Federico“), que es una de esas canciones en las que el cantante demostró en los noventa su capacidad para contar historias a través de sus canciones y su talento para rapear. Chezina se presentó en el escenario Vicky Dembow, en el que hizo un repaso por su repertorio clásico del underground (incluyendo a “Don Federico“) en el que se notaba de manera muy evidente la estrecha relación que había en Puerto Rico entre el Rap, el Reggae en español y el Raggamuffin, que con los años consolidaría al Reggaeton de la mata. También cantó canciones más recientes, como las que se han popularizado a través de trends en redes sociales.
A lo largo del set, Don Chezina agradeció en varias ocasiones al público mexicano por el apoyo a su carrera a lo largo de los años, ya que eso le permite seguir presentándose en festivales como éste. Lleno de energía, actitud y de una habilidad como pocas para rapear, Don puso al público a bailar, incluso a aquellxs más jóvenes que quizás no corearon todas sus canciones porque no las conocían, pero que, de todos modos, disfrutaron del talento y energía de este pionero del género.
Don Omar
El King of Kings, uno de los artistas más importantes del Reggaeton y del género urbano, llegó a la Ciudad de México para presentarse en el escenario Coca Cola y clausurar la quinta edición del Flow Fest 2022. El horario supuso una disyuntiva y un momento difícil de la noche, ya que lxs organizadores del festival decidieron poner a dos de los nombres más grandes del Reggaetón, Arcángel y Don Omar, en horarios empalmados. Lo que llevó a mucha gente a tener qué decidir a cuál de los dos escenarios ir y quedarse con la sensación de haberse perdido uno de los dos actos. Decisión poco juiciosa a mi parecer y al de asistentes del festival, y que ratifica lo que Baby Rasta dijo la noche anterior a propósito de los horarios.
A pesar de los horarios empalmados con Arcángel, el escenario Coca Cola empezó a llenarse varias horas antes que Don Omar se presentara. Hubo otros actos grandes e importantes, como los de El Alfa y Nicky Jam. Sin embargo, mucha gente se congregaba en el escenario para tener un buen lugar para ver, escuchar y bailar las canciones del intérprete de clásicos como “Dile“, “Pobre Diabla” y “Salió el Sol“. Todas las horas de pie que la gente pasó en el escenario Coca Cola valieron la pena, aún cuando tuvieron que esperar a las primeras horas del lunes en la madrugada para escuchar a William Omar Landrón.
El cantante puertorriqueño, que desde el año pasado ha vuelto a sacar música y ha regresado a los escenarios internacionales, abrió puntualmente su show con una reinterpretación más rápida de “Dale Don Dale“, pieza que cimentó su popularidad en las calles de Puerto Rico, el Caribe y más tarde, de Estados Unidos y Latinoamérica. A lo largo de su show Don Omar pudo corroborar que sin importar el tiempo que llevaba semi-retirado de la música y los escenarios (en lo que terminaba un contrato leonino y se dedicaba a otros negocios), el público mexicano sigue sabiéndose de memoria cada una de sus canciones, mismas que corearon a todo pulmón, perrearon y se las vivieron mientras el cantante puertorriqueño pedía que lo ayudaran a cantar y preguntaba entre cada una de las canciones si sabían la que iba a cantar a continuación. Fue tan abrumadora la respuesta del público cantando que el propio artista agradeció hasta los más jóvenes por conocer y corear sus canciones. Lo que resultó en una imagen muy distinta a lo que pasó en un concierto en Las Vegas este año, cuando Don Omar interrumpió en dos ocasiones “Ella y Yo” (su clásico con Romeo Santos) porque el público no se sabía la letra y simplemente decidió cambiar de canción.
Quizás uno de los momentos más emotivos de su presentación fue cuando cantó su canción “Bandolero” (que interpretaba con Tego Calderón) en la que la participación del público cantando fue tan notoria que Don pidió que se bajara el volumen de la música e interpretó fragmentos de la canción visiblemente conmovido y agradecido con el público por la cálida y participativa respuesta. La presentación de Don Omar en el Flow Fest 2022 en la Ciudad de México resultó un recordatorio de la validez de su trayectoria, una que trasciende la inmediatez y lo efímero en la época de los trends y los servicios de streaming.
Considero que en esta edición del Flow Fest en la Ciudad de México faltaron pionerxs del Reggaetón y del género urbano. Pero quedó demostrado en esta edición que la vieja y la nueva escuela llenan festivales y hay un público deseoso de escuchar, cantar, perrear y bellaquear con este género que, pésele a quien le pese, llegó para quedarse y trascendido un sinnúmero de barreras. Esperemos que el próximo año traigan a más artistas que son pilares de este movimiento, que haya una mejor organización en los horarios y que no se presenten tantas fallas en el audio. Mientras tanto, a contar los días y las horas para la próxima edición de este festival que nos puso a perrear y a corear canciones a todo pulmón.
Flow Fest 2022
Dia 1
Por Samara Vizuet @samvizuet
Coca Cola Flow Fest, el evento de Reggaetón más importante del mundo se volvió a dar cita en el Autódromo Hermanos Rodríguez el 26 y 27 de noviembre.
Los dos días se pueden resumir en energía, risas, chupe y mucho perreo. También en sabores medio amargos, shows que dejaron la vara muy alta y otros que dejaron mucho que desear. El festival consistió de cuatro escenarios: Coca Cola Stage, Sprite Stage, Dembow Vickys y Boombox Vickys.
Las Villa
Para empezar, Las Villa llegaron emocionadas al escenario rojo principal, cantaron “Balada para perrear” que fue la que me hizo conocerlas y “La Carta”, un bachateo desahogado sobre desamor y engaño. Las mellizas parceras agradecieron maravilladas a su público mexicano, se nos confesaron devotas del amor a la antigua y brindaron con nosotrxs, llevándose con ellas su respectivo Dr. Simi rosita.
Young Milko
No tenía intenciones de ver a Young Miko pero iba pasando por el Sprite, escuché “Besties” y la presencia de la morrita en el escenario se sintió tan perrona que ya no me pude ir: sin bailarinas y sin coreografía, Miko llevó a cabo una presentación sencilla pero muy muy poderosa y divertida. Me enloqueció y fue mi gran descubrimiento en el Flow Fest 2022. Igual me retiré porque tenía muchísimas ganas de ver a Isabella Lovestory, le llevo siguiendo los pasos unos meses y aunque ha visitado México con anterioridad, no había tenido la oportunidad de verla, para esto llegué al Dembow Vickys antes y me di cuenta que a Delfina Dib le estaban cortando el audio, me pareció un poco ogt porque Isabella todavía tardaría 30 mins en presentarse ahí. A Dib no le quedó de otra más que despedirse a gritos diciéndole a la gente que no olvidaría sus caras y que ya sería para la otra. En un festival de este tamaño, el sabor ácido de esta vivencia duró .35 segundos porque cuando llegó Lovestory, Dib quedó en el olvido.
Éramos pocxs reunidxs para verla pero no faltó ni sobró nadie, Isabella nos regaló “Golosa”, “Kitten heels”, “Aló” y yo canté todas tan fuerte que me dolió el estómago. “Tranqui” y “Mariposa” fueron de las más aplaudidas por el público y escandalosamente, por mi. La gente comenzaba a conglomerarse ya que al finalizar Lovestory, sería el turno de Sir Speedy, Don Chezina y posteriormente, Baby Rasta & Gringo. Isabella dio una presentación intensa, sexy e impactante, nos vió a la cara para gritarnos “zorras”, se arrastró por el escenario y deseándonos salud, prosperidad, sexo, amor y dinero se despidió seductora dejándome totalmente afónica.
Cazzu
Speedy nos hizo volver en el tiempo y el stage se transformó en una bodega de la Merced, en donde apretadxs, perreamos “Rosa”. La cantidad de personas que llegaron a cantar “Hagamos el amor con la ropa” y “Como mi nena no hay” interpretadas por una de las leyendas más grandes del Reggaetón solo dejó muy en claro que es un ícono con convocatoria vigente, muy apreciado por el público reguetonero mexicano, que no es escaso. Uno de los magnates de la old que llegó a romperlo también fue Don Chezina, que ponchando las bocinas preparó una antesala de perreo idónea para recibir tal vez a uno de los mejores shows del Flow Fest 2022. Al mismo tiempo que sonaba Don Chezina, la banda le cayó a querer cotorrearse a la Cazzu mientras esperaban a Feid (¿quién es Feid, wey?) pero la Cazzu teminó cotorreándolos a ellos y es que debido al infortunio de la selección mexicana frente al equipo albiceleste, los vitoreos oxidados de: “Ehhh, puto” se hicieron presentes en el show de la Nena Trampa a lo que ella respondió burlándose de la derrota: “¿Están tristes por qué perdieron?/ A mi no me gusta el futból, a mi me gusta la música” y felicitó a México por tremendazo partido. Auch.
“Pero lo que me mata es cuando pone cara de bellaca”. Emotivo, el espectáculo de Baby Rasta & Gringo fue nostálgico no solo por los clásicos como “Punto 40” que interpretaron sino porque Baby manifestó su inconformidad por el horario y el stage en el que realizaron su show, a su parecer, han pasado años construyendo una carrera musical mayúscula y la industria poco a poco los ha ido dejando de lado, se siente la melancolía del éxito que fue, que se mantiene y que ya no vale lo mismo. Yo comparto la idea de que ellos contaban con las credenciales para tener un horario de cierre y estelar en un escenario principal. Aún así pude cantar “Ella se contradice” y sentirme otra vez una estudiante de 14 años de la técnica 56, recuerdo que a esa edad me invitaron a mi primer sateo en una colonia ecatepequense y me saqué de cuadro. Hace 13 años Baby Rasta y Gringo ya sonaban bien macizo y ya llevaban más de 15 años haciéndolo. El dúo puertorriqueño sigue teniendo un impacto brutal para la escena pero no para la del género urbano sino para la del cacerío under de la old school, que si bien también cuentan con hits de pop, son pioneros expertos y versados en Hip hop, Reggae Roots, Gangsta Rap, Dancehall, Reggae y obviamente, Reggaeton.
Jhay Co
Sentimos la presión y Jhayco, Jhay Cortez arrancó con el hit que comparte con Bad Bunny en su Verano sin ti, “Tarot”. Después escuchamos “Medusa”, “Cómo se siente”, el éxito de TikTok, “Fiel” y “Ella no me conoce” y que también interpretó J Balvin.
Anuel AA
Este fenómeno se repitió cuando Anuel AA interpretó nuevamente “Medusa” y sucedió el año pasado con Myke Towers, Jhay Cortez y Rauw Alejandro. Admitamos que el festival necesita actualizarse y que necesita refrescar su lista de invitadxs.
Día 2
Ya en el día dos, llegué corriendo a ver el show de diosa, señora, ama del Reggaeton tacubayense Charly Gynn y a lo lejos pude escuchar “Puritana”. “La Matatana” en un traje chiquitito rosinegro con coletas rojas encendidas, largas y altas, emotiva y emocionada nos dejó ver que pasó mucho tiempo preparando un show inaudito, aunque el sol la estaba asesinando porque apenas eran la 1:30 de la tarde, la Lic.en traketeo coreografó sus canciones, tuvo una producción y un audio tremendo, show invitado #MexasInPartys, bailarinas asombrosas que complementaron perfecto, Danny Damn, experimentado en los controles, todo bien con Tempvs Music, el sello de música independiente al que pertenecen la Matatana, Damn y Mexas y que dirige la Gynn en conjunto con Jace Kimura. La función fue todo lo que esperarías que hiciera cualquier artista brutalmente apasionadx: entregar en el escenario hasta quebrarse de emoción y agradecimiento y eso fue lo que hizo Charly Gynn con todo Tempvs Music a las 2 de la tarde. Un equipo sensacional que desbordaba consagración no sólo para con el público sino para con ellxs mismxs, sus metas, sueños y proyectos perreadores. Y por otro lado, Daaz en un escenario más choncho, con una rola que repite 36 veces “pichame las putas”, sin coreografía, sin bailarines, sin playera. A ese carnal le pasaron cuatro micrófonos, le habló a sus primos y le cayeron a gritonear y echar un coto. Ni barras, ni rimas, ni preparación. Cámara, no sé, me da la impresión de que la mayoría de las morras arman espectáculos asombrosamente bien montados y ensamblados, le invierten tiempo, dinero, cuerpo, cora y a los vatos la industria les dice: tú échame todo papi que aquí sale, ni te esmeres.
Bellakath
Y entonces te escribes “Pichame las putas” y cra, un buen día de noviembre la estás cantando con tus primos en uno de los escenarios de Reggaetón más importantes del perro mundo. Bah, que no tengo nada en contra de ese cotorreo trapero pero parece que le cayeron a entregar el mínimo esfuerzo. No fueron los únicos, ¿verdad, Kevvo? Pero no fue el caso de Bellakath: Tocó el violín, la trompeta, bailó cumbia y salió a defenderla: El flow Bellakath se apoderó del Flow Fest 2022, pelo largo negro, bien planchado, delineado de gata bellaca, uñas del #7 y coronas de princesa rondaban desde temprano el stage Dembow Vickys. Primero le cayó la hermana de Kath, DJ Foxy y nos puso a calentar motores para que luego llegara Katherine en un enterizo negro que dejaba ver gran parte de los lados de su cuerpo ultra tuneado y sabroso. Vania y yo estábamos lejos del escenario y cuando tratamos de salir para alcanzar a Bad Gyal nos dimos cuenta que realmente estábamos enfrente. Bellakath arrasó con “Gata de la agrícola”, “Lluvia de micheladas” y “Gatita”. Puro CCH Sur, papá, pocxs artistas fueron tan esperadxs y tan bien recibidxs como Katherine Huerta aka La Bellakath, Reina del FF22.
Bad Gyal
Por otro lado, pensé que a Bad Gyal se le había bajado la presión pero no, así era el show de insípido, inexpresivo y posón. Gyal no conectó con nadie que no supiera sus canciones por lo que a Vania y a mi no nos molestó movernos mucho antes de que terminara y después me pregunté en qué momento deposité tanta fe en ella. Igual, mientras me compraba algo para tomar pude escuchar a RKM y Ken– Y cantando a lo lejos “pues toma pa que te enamore” y aunque lxs fans parecían divertirse, el show me dio la impresión de ser más de lo mismo: Vatos con bailarinas, de vez en cuando quitándose la playera, con cero esfuerzo en el show, la voz o el outfit.
Ñengo Flow
El segundo día del Flow Fest 2022, notoriamente más atascado que el primero, hizo que me tardara casi media hora en conseguir una bebida por lo que tras grabar una risita del Ñengo Flow, nos movimos a Edén Muñoz. El ex vocalista de Calibre 50 tuvo una presentación magnífica que incluyó temas como “Chale”, “Cuidando el territorio”, “Si te pudiera mentir” y “Sangoloteadito”. Estas dos últimas rolas pusieron de cabeza al Dembow Vickys y con seguridad me atrevería a decir que todo el Flow Fest 2022. ”He hecho unos cambios en mi, pensado si te gustarán”, que sabrosa canción y que gusto ver un show tan pro, tan bien logrado, tan integral. Con ganas. Edén tocó el acordeón, se aventó un cover de Vicente Fernández, nos abrazó con su música y su calidez mientras mantuvo siempre una actitud cotorra, sencilla y gentil. Se la pasó tan bien como nosotrxs y le recomendaría a cualquiera que no perdiera la oportunidad de verle en vivo. Polimá Westcoast lo hizo bien aunque lo hizo mejor con el outfit: traía unas plataformas gigantes con un pantalón bombacho en vinipiel negra que se veía muy cool, una chamarra roja del mismo material le hizo match perfecto y se apreció la inversión que hizo en la producción de su atuendo.
Reels B
Rápidamente el escenario se vació para llenar el Sprite, stage en el que se presentaría el Skinny Flakko también conocido como Rels B. Un show esperadísimo, la gente estaba de cabeza, una bienvenida llena de afectuosidad porque lxs fans de Rels se hicieron sentir y corearon todas sus canciones, un ambiente que desde el inicio desbordó energía, Daniel entró al escenario tan arrebatado y tan entusiasmado que al finalizar la segunda canción ya estaba empapado en sudor y le costaba hablar, se veía en su cara el ardor emocionante de encontrarse arriba de uno de los escenarios más importantes de la noche
De vuelta al Dembow Vickys porque el príncipe de la Mafia del Amor, Kaydy Cain arrancaba 10:15 pm. Cain no le jugó al traperito y no nos ofreció más que una hora de perreo maliante con sus mejores canciones: “Muévelo”, “Trátame”, “Duro”. “Givenchy” y “Playboy”. Un pimp de cora, el ex integrante de la PXXR GVNG, también nos hizo la noche interpretando clásicos de La Mafia del Amor tales como “Tropical” y “Xapiadora”, himno de mi ya inexistente soltería. A pesar de que replicó una fórmula que ya habíamos visto en los vatos durante todo el festival, fue mucho más espontáneo, nos hizo divertirnos y cantar muchísimo y se notó que hizo un concierto para lxs fans de años. Y es que o sea, estuve casi 26 horas en festival, me siento con un poquito de derecho de decirlo: la mayoría de los shows fueron aburridos, lentos, cuadrados e insulsos. Una chispa burbujeante de afección y estremecimiento, era fácil de apreciar. Y perrrrdón pero a lo mejor no a toda la fanaticada sensata le alcanza para pagarse los abonos del Flow Fest 2022 y no pienso discutirlo, no todxs lxs asistentes eran gatitos bellacxs de corazón, lo cual no me parece problemático pero es banda que se presenta solo porque puede, porque les alcan$a. Aceptémoslo: los boletos son caros, llegar y comer allá es caro, rentar un locker, caro, chela, cara, Uber, caro y atascado. La neta no es algo en lo que casual y despreocupadamente pueda invertir la mayoría de la población no solo en CDMX sino en el país.
Don Omar se adhiere a lo mejor de la noche, no solo por su presencia sino por su entrega, se desvivió completamente y nos arrastró en un show consagrado. No puedo explicar el trance en el que nos encontrábamos todxs lxs presentes. El stage Coca Cola se glorificó con “Pobre Diabla”, “Danza Kuduro”, “Taboo”, “Dile” y los éxitos rotundos que nos enajenaron al punto de perder el juicio, “Ella y yo” y “Bandolero”. La emoción en la cara de Omar era notoria y es que se encargó de convocar a todo el festival, pero en serio a todo y no solo a lxs que pagaron un boleto sino por igual a lxs que recogían la basura, lxs que limpiaban los baños, la seguridad, lxs que vendían chelas, familias y mujeres embarazadas se encontraban disfrutando de la función a pesar de que Arcángel se presentaba al mismo tiempo en el escenario Sprite. Cualquiera que haya visto a Don Omar sabe que tomó una buena decisión y es que el compositor, productor y rapero trae una escuela de presentaciones tremendas y colosalmente emocionales. El intérprete agradeció incansablemente el recibimiento pero es que ante un artista gigantesco, no pudimos más que derretirnos en perreo, bailamos y cantamos al alba de una madrugada que se pudo sentir fría pero no lo hizo porque el señor William Omar Landrón Rivera nos tuvo a puro calentón, en ascuas y demostró que se puede tener un espectáculo sencillo pero con un flow de bandolero formidable e imponente.
Recapitulando, lo mejor del Flow Fest 2022 fue lo más under, lo más “ñero”, lo más perreo en serio, presentaciones que se pueden contar con los dedos de las manos porque el género Urbano que es una cosa que parece Reggaeton pero que no lo es, se apoderó del Coca Cola. A la industria no le urge reconsiderar la manera en la que se está vendiendo, al público no le urge cuestionarse la manera en la que está consumiendo y a lxs artistas (sobretodo a lxs que heteronormadamente han alcanzado plataformas de maneras escalonadas y de forma sistemática, haciéndoles todo más fácil) no les urge replantear su contenido. Hay dos y más escenas urbanas en disputa por la legitimidad de las narrativas, por ser dueñxs de las diferentes verdades que convergen en la realidad del mundo. Una escena capitalizada que genera producciones fabulosas, tremendas y de alcance global y otra escena que, por detrás y en el fondo sigue tosca, maliante, local y real. Y que necesita que los festivales abran sus puertas pero con respeto, no es un favor, tampoco un regalo. Como público nos merecemos(?) espectáculos de calidad, donde se nos haga sentir parte de la experiencia eufórica de los artistas apasionadxs. Donde podamos compartir, cantar hasta el cansancio y ser reconocidos como algo más que cajeros automáticos. Mal por el Flow Fest 2022 pero chido por esxs artistas que se toman en serio, a sí mismos y a la gente que apuesta por ellxs.
Eladio Carrión
J Balvin
Jowell y Randy
Lyanno
María Becerra
Myke Towers
Nicky Jam
Ryan Castro
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