Def Leppard + Mötley Crüe en The World Tour: La pura esencia del Hard Rock

Def Leppard

Mötley Crüe

The World Tour: Def Leppard + Mötley Crüe
La pura esencia del Hard Rock

Por moonman

A pesar de no ser tan fanático del Hard Rock, decidí venir a este concierto. Lo digo porque cuando me he animado a ir, me llevado con grades sorpresas como cuando vi el mítico concierto de AC/DC en el Foro Sol o el gran espectáculo que ofrece KISS.

Miles de historias, películas y anécdotas radican en lo que la esencia del Rock representó en el siglo 20 y, hasta ahora, sigue llenando estadios con gente que tuve un pelo esponjoso y glam en los 80s, así como nuevas generaciones que heredaron el gusto por estas bandas. Su esencia sigue intacta, un poco empolvada, tal vez, pero brilla por sí misma, sin necesidad de filtros y tanta alharaca que nuevos proyectos utilizan para autentificarse (¿verdad Greta Van Fleet?).

The World Tour une dos legendarias bandas que tienen toneladas de hits que seguramente cuando suenan en la radio o te aparecen en el súper, te hacen escuchar con atención. Un ejemplo clarísimo fue Def Leppard, que no me di cuenta la cantidad de canciones que ya me sabía de ellos y que nunca pararon durante su set de casi dos horas.

Con “Let’s Get Rocked” o “Pour Some Sugar On Me“, como comercial de los 90’s, hizo que unas chicas en frente de mi inmediatamente se contonearan como si estuvieran encima de un toro mecánico (y eso que aún no venía Mötley) y mostraran una actitud salvaje que solo esta música puede sacar de los genes humanos.

Lo que siempre ha distinguido a Def Leppard es la combinación de la voz de Joe Elliott con los coros de Rick Savage, dándole ese toque glam que ninguna banda ha querido imitar por ser un sello muy auténtico. Ya ni decir lo que ha logrado su baterista Rick Allen, quien a pesar de que se han burlado de él en la “Why’s Everybody Always Pickin’ On Me?” de la olvidable banda Bloodhound Gang, fue alabado por la gente durante un pequeño solo que se aventó.

Luego vino el turno de la estrella de la noche: Mötley Crüe. Ellos cuentan con una trayectoria tan provocativa como la de los Sex Pistols, al convertirse en himno de club de strippers y pedas fueras de control. Pocas canciones o grupos tienen este don de tener una personalidad tan marcada y que con solo una canción puedan cambiar el ambiente drásticamente.

Obviamente los años ya se le ven encima a Vince Neil, pero aún así, canta y se ve mucho mejor que el desmejorado Axl Rose. Nikki Sixx y Tommy Lee son traga-años porque se ven bastante sólidos, así como Mick Mars.

Con hits como “Shout At The Devil“, “Dr. Feelgood“, “Kickstart My Heart“, “Live Wire” o “Same Ol’ Situation“, inmediatamente todos comenzaron a sacar los cuernos de Rock con la mano y a hacer headbanging y brindar con cerveza. El momento emotivo fue con “Home Sweet Home” en donde todos los machos-alfa-lomo-plateado sacaron su celular para iluminar el recinto y ponerse por un momento sentimentales… y para darle una cereza de testosterona sensible, hubo una estrella fugaz que pasó encima del Foro Sol al finalizar la canción.

Ambas bandas siguen viéndose bien y sonando bien. Siempre serán imitadas pero nunca igualadas.