Placebo @ Palacio de los Deportes

Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

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Por moonman

Seis años es mucho tiempo, pero seis años sin un concierto de Placebo es una eternidad considerando el mote que se les dio hace unas décadas de que venían “cada 15 días”. México es un territorio fértil para Placebo, quienes lo acobijamos en momentos claves de su carrera por lo que no era descabellada la idea de grabar el concierto de regreso para un futuro lanzamiento.

Todo el peso de esta presentación recayó en su último disco Never Let Me Go, no es para menos considerando que es el primer material original en casi diez años y del cual Brian Molko le ha llenado de orgullo por considerarlo una mezcla de Metal Machine Music de Lou Reed  y Yeezus de Kanye… un poco exagerado PERO la verdad el resultado es un material que sostiene la carrera de la banda con sonidos fuertes y que reflejan su larga experiencia.

11 canciones de 13 (sin considerar su edición deluxe) tocaron y me sorprendó ver a muchos fans nuevos cantando a todo pulmón “Beautiful James” o “Happy Birthday in the Sky” como si ya fueran clásicos de la banda.

No hizo falta que llenaran el set con canciones viejas (aunque la verdad sí extrañé no escuchar “Commercial For Levi” o aunque sea un “Pure Morning” o Every You Every Me”) porque ya venían de una gira para festejar 20 años de carrera en donde, ahí sí, vaciaron todos los hits.

Algo curioso que pasó fue que en una parte del concierto entró un piano pero hubo una falla técnica haciendo una pausa en el concierto que amenizada con una ola de la gente iluminada por los celulares. “Ya en edición lo arreglamos”, dijo muy seguro Brian Molko para continuar y luego retomar esa parte de piano con los temas “Too Many Friends” y “Went Missing“.

Ya para el final se aventaron su bloque de covers con “Shout” de Tears For Fears y “Running Up That Hill” de Kate Bush (ya la habían elegido antes del mame que provocó Stranger Things). Al final aprovecharon las distorsiones para modificar su pared de sonido y agradecer muy honestamente el cariño de los mexicanos. La verdad sí se sintió ver a un viejo amigo de nuevo.