BEAK>
Mirror Revelations
Por Ernesto Acosta Sandoval
Geoff Barrow dijo, ya entrado el concierto de BEAK>: “Cuando empezamos con la banda, hace años, sabíamos que nadie nos iba a escuchar. La vez pasada que vinimos al Corona parecía que estábamos tocando antes de que abrieran las puertas. Verles a todos ustedes aquí es una gran sorpresa y se siente muy chingón”. Y sí, BEAK> tocó anoche ante un Foro Indie Rocks abarrotado, y sólo hicieron falta tres o cuatro canciones de la banda para que la gente se pusiera en el mood.
Los tres integrantes, a cada minuto que pasaba, se notaban más y más sorprendidos. BEAK> han tocado en la CDMX desde 2019 de forma constante. La de anoche, sin dudas, fue la mejor. La más impresionante. La más satisfactoria. Con todo y que la música del trío difícilmente puede bailarse o prestarse para echar desmadre, la respuesta de la gente en ese aspecto fue sorprendente.
Voltearas a donde voltearas había gente moviéndose, algunos sólo asentían rítmicamente, otros se contoneaban. Todos estábamos hipnotizados. Barrow, detrás de la batería, es un metrónomo humano, Will Young, en los sintetizadores y la guitarra es una máquina de hacer ruido, y Billy Fuller, en el bajo, es el ancla que lo sostiene todo. Con un setlist en mayor parte cargado a su último álbum completo de estudio, >>> (esa interpretación de “Allé Sauvage” fue memorable), algunas salpicadas de sus álbumes pasados y una que otra incursión a su más reciente EP, Kosmik Musik, los de Bristol terminaron de cimentar su reputación en nuestra ciudad, a la que, de por sí, ya le tenían un cariño especial, como se puede ver en sus redes sociales. Desde hace años, Barrow insiste en que Portishead dejó de ser su proyecto principal y que BEAK> es lo que ocupa la mayor parte de su tiempo y su creatividad. La pasión y la energía que le vimos desprender anoche, despeja toda duda.
Mención aparte merecen también Mirror Revelations, el dúo abridor, que con 40 minutos sobre el escenario dejaron el ambiente listo para lo que viniera en la noche. Una mezcla de Industrial, Dream Pop, y Electroclash, perturbadora e intoxicante. Hay que seguirles la pista.