Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp
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The Blaze @ Pepsi Center:
Nostalgia duradera bailable
Por Eduardo Lara @lalolarete
Hay algo muy interesante en The Blaze y su electrónica que juega con el Dance y House. Y es que su música carga un cierto aire de nostalgia y añoranza por algo, pero todavía no sé a qué.
No los pude ver en su set durante el Ceremonia de este año, entonces no podía perdérmelos esta vez. Y estoy seguro que no fui el único, sumado a muchos otros que seguramente quisieron repetir de nuevo esa sesión de baile y unión, ya que nos encontramos ante un sold out en el Pepsi Center la noche del 24 de octubre.
Entre gente saltando al mismo tiempo, otros bailando entre ellos, y algunos otros bailando ellos solos como si nada importara, el dueto de productores franceses tocó canciones que recorrieron su carrera. Desde su primer EP, TERRITORY, hasta sus dos largas duración: DANCEHALL y JUNGLE. El último siendo el de promoción para esta gira y tuvo una selección de merch especial en el recinto.
El Pepsi Center se sentía lleno. Pero no solo en gente, también había cierto aire celebratorio, y cuando se apagaron las luces y salieron Guillaume y Jonathan Alric al escenario acompañados de sus dos sintetizadores y drum machines, todo cobró vida y color. Con visuales de fondo, que consistían entre video retratos, paisajes en movimiento, y algunos fragmentos de sus videos, esa aura de nostalgia aumentaba. Contrastada por gente bailando, saltos, muchas palmas al aire.
En el escenario, veíamos a los primos productores trabajando en sus sonidos mientras cada cierto tiempo cantaban bajo distintos efectos de voz. Las luces creaban un juego de sombras entre ellos, mientras el resto del Pepsi Center se iluminaba de blanco, rojo, morado, y tonos azules. Así escuchamos “SHE”, “TERRITORY”, y “EYES”.
En los visuales gente mirándose, un bebé acostado en el asiento trasero de un coche junto a un perro. Y en la pista de baile que se convirtió el Pepsi Center amigos bailando abrazados, parejas besándose. Las sombras se dibujaban y desaparecían en la oscuridad, y ahí es cuando comprendí qué extraña esa añoranza, esa nostalgia, qué extraña The Blaze. Y eso es el contacto humano. El agarrar una mano. Pero sobre todo el bailar sintiendo cerca al otro. Y eso fue algo bien logrado la noche de anoche.
