Sho-Hai
Ossian
W Cheff
Por Antonio Carlos Solorzano @thespectraltiger
Las cervezas y tragos corrían de lado a lado en el Foro Indie Rocks. Parecía que el público estaba preparándose para estar entonados con las siguientes barras clásicas de los Violadores del Verso: “Si empiezo a calentarlo y tenéis un litro, ¡levantarlo! / No estoy sereno, no hay razones para estarlo / No estoy sobrio, no hay razones para estarlo”. Versos que escucharían más tarde en la noche, en voz de Sho-Hai, el Gran Mago Beodo, el rapero español de Zaragoza, que cuenta con una carrera musical importantísima que empezó en la década de los noventa.
La noche empezó con un acto de veinte minutos que prendió al público con las rimas de Ossian a.k.a. Rey Alien, el carismático segundo micrófono de Sho-Hai, y W Cheff, su DJ, quien aparte de estar en los platos rompiéndola, también escupió barras filosas.
Después de ese acto breve, las luces del Foro Indie Rocks se apagaron de nuevo. Acto seguido los flashes y cámaras de los celulares se prendieron y empezó el coro incesante del público, “¡Oé, oé, oé, Sho-Hai, Sho-Hai!”. Casi a las nueve y cuarto de la noche por fin descendió al escenario el rapero de 47 años, vestido de negro, con una gorra y usando unos lentes de sol blancos con forma de corazón que todavía tenían la etiqueta de nuevos.
Abrieron con la canción “Entro”, que el público cantó sin falla. Sin embargo, fue en la segunda, “A Tomar por Culo”, de su último álbum, Polvo, en la que se sintió el estruendo que sería la constante durante los siguientes noventa minutos de concierto. Hora y media en la que lxs asistentes corearon, rapearon, bailaron y se conmovieron al lado de una de las figuras icónicas de la cultura Hip Hop en español.
A lo largo de la velada Sho-Hai, en compañía de Ossian y W Cheff, hicieron un viaje a través de su discografía, tanto en solista como de aquellos cortes clásicos de los Violadores del Verso que se han convertido en himnos. Pudimos escucharlo cantando temas como “Ella”, que todo mundo coreó y bailó; “Luz escondida”, con los toques luminosos de un corte de Rap con tintes Reggae; “El preferido de la luna” con sus imágenes sensoriales interesantes; “Pequeños lujos”, que nos recordó el tono humorístico e irónico de Sho-Hai con los versos: “Madrugo tarde, para no hacer gasto / así me ahorro el desayuno y friego menos platos” y el estribillo sampleado de 7 Notas 7 Colores de la canción “Dímelo es el Verbo” que dice, “Todo lo que tengo lo gané rapeando”. Sentencia que desafortunadamente no es la regla para una gran mayoría que persigue una carrera musical en el Rap y es un recordatorio de una industria musical masificadora, comercial y “festivalera mescolanza” (citando al propio Sho-Hai) que tiende a premiar las propuestas musicales formulaicas. Actos que siguen tendencias y responden principalmente a intereses de mercado y que, en muchas ocasiones, hacen playback en sus shows. “Fuck a la gente que hace playback en sus conciertos de mierda”, Sho-Hai sentenció lapidario después de una de sus canciones.
En un punto del concierto el rapero pidió al público que hicieran ruido por sus hermanos VDV, incluyendo a Rebel, el “quinto” miembro de la agrupación, quién falleció en 2020. En ese momento el Foro tuvo un ruido ensordecedor. Shohai contestó, “¡Gracias, co, que nos oiga desde allá arriba!”.
En medio de dos canciones el público volvió a corear de manera avasalladora, “¡Oé, oé, oé, Sho-Hai, Sho-Hai!”. El zaragozano, visiblemente conmovido, le respondió al público, “¡Sois la hostia!”.
Sin lugar a dudas, esta primera fecha de conciertos de Sho-Hai en el Foro Indie Rocks fue un gran recordatorio de la importancia de este tipo de propuestas. No sólo de su relevancia en la escena del Rap y la cultura Hip Hop, si no también de la música en general. Actos que desde el desenfado y lo lúdico, pero también desde la reflexión irónica, nos llevan a recordar que existen otros espacios genuinos y vibrantes, desprovistos de afeites y glamour, lejos de los reflectores de una industria que tiende a unificar gustos y listas de popularidad y reproducción.