Bahidorá 2024: Un nuevo rostro para una experiencia familiar

Bahidorá 2024:
Un nuevo rostro para una experiencia familiar

Por Eduardo Lara @lalolarete

Comenzamos los festivales del 2024. El Carnaval de Bahidorá regresa a las ya queridas Estacas en Morelos para reunir en un fin de semana una mezcla de Electrónica, Rock Alternativo, un toque fresco de sonidos recientes que salen del mundo; pero este año el cartel también estuvo fuertemente cargado por una influencia del Urbano y Reggaetón.

Un rostro extrañamente familiar

Desde la primera vez que fui a un Bahidorá me he perdido en el parque. Entre muchas albercas, DJs, siempre mi GPS interno se me va. Pero con la práctica y paso del tiempo logré obtener un sentido de orientación dentro de Las Estacas. Este sentido de orientación ahora es inservible porque este año vimos un reacomodo de las áreas y escenarios en el festival. Cambiamos de lado del río que atraviesa este parque. Todos los escenarios se movieron al lado “seco” del parque. No albercas, mucho pasto y un reacomodo que permitía una movilidad más ágil y sencilla. Eso es el punto positivo. Pero en el otro lado, Bahidorá perdió algo así como esencia, lo que lo hacía distinto. Mientras caminaba por los escenarios me di cuenta que me sentía en… un festival de música. No en una fiesta tropical donde podía ir a nadar, echar un trago a la orilla de una alberca o el río (por cierto, extrañamos mucho al DJ Booth en el río), y luego ir a ver a mi artista favorito. Por supuesto que todavía puedes ir a una alberca, pero toda la atención se concentra paralelo a ti, te sientes solo. A la par, es cierto que el clima no ayudó mucho. Después de una lluvia que azotó toda la madrugada del viernes, podías ver ropa colgada por todos lados, casas de campaña empapadas, charcos de lodo, y algún que otro estrago. Pero felicitaciones a todo el equipo que lo sacó adelante y tuvimos un sábado y domingo en orden.

Lo que escuchamos (y bailamos)

Nos da alegría compartir que Bahidorá sigue siendo no sólo un oasis para la ciudad, sino que también para sonidos nuevos que a veces son raros que podamos escuchar en otros lados. El día lo abrimos escuchando a Los Mirlos junto a su Cumbia Psicodélica quitaron un poco las nubes de arriba. A pesar de un retraso que se mantuvo todo el día en el Sonorama, YOSOYMATT nos dio una dosis de EDM y muchos saltos en el todavía temprano Bahidorá.

Fue hasta Yaeji que todo comenzó a agarrar forma. Hace mucho no la veíamos en vivo, y el año pasado nos dio uno de nuestros discos favoritos, por lo que esta presentación era especial. Acompañada de una bailarina y de su imponente voz, nos puso a bailar saltando del EDM, a algo de Dance y House. Nos puso un poco triste que no la vimos trabajar en su aspecto más técnico al verla mezclar o manipular sus pistas electrónicas, pero verla en vivo es una bocanada de aire fresco.

En La Estación vimos propuestas nuevas que nos dejaron con ganas de más. Primero Judeline hizo su debut en México (lee nuestra entrevista con ella el año pasado), llenado el espacio de aires de folclor de la costa ibérica, con un sazón muy latino. Originaria de España, Judeline se ha colocado en una gran posición con su música, siendo la favorita de artistas como Rosalía o Tainy (de quien hablaremos más adelante). Contando con una cartelera un poco pequeña de canciones suyas, aprovechó para tocar versiones más lentas, si alguna vez te preguntaste cómo sería si Lana del Rey le hiciera un cover a Plan B, acá está la respuesta; y es que su versión de “Fanática de lo Sensual” llena de una sutil guitarra distorsionada acompañada de su voz, que le da una vida totalmente nueva a la canción de Chencho Corleone y Maldy. Cerrando con “Zahara” nos quedamos con ganas de más, y es que Judeline es una celebración a la hispanidad en sí.

Mediopicky es uno de nuestros descubrimientos favoritos de este año. Desde República Dominicana tenemos una propuesta de Dembow con un tono muy nuevo y fresco. Algo más oscuro, pero a la par explosivo aunque un poco tenue. Algo ideal para recibir la noche y quitarnos un poco el inaudito frío que vivimos por primera vez en Bahidorá. Inmediatamente el vimos a Rosa Pistola dar un DJ set, el cual se enfrentó directamente a Damon Albarn y su Africa Express. Y podemos decir que en esta batalla Rosa Pistola y su perreo ganaron los rounds. Era imposible caminar por el escenario de La Estación. Era pequeño el escenario al lado de toda la gente que quería acercarse a bailar y sentirse como un solo cuerpo al ritmo de clásicos del Reggaetón, con canciones más nuevas del género. Y a la par metiendo su propia mano y curaduría para meterle aikidos y ritmos que rayaban en el Hyperpop y Trance.

Flying Lotus pagó una deuda que traía con México desde hace tiempo, y vaya que lo hizo bien (aunque nos quedamos con ganas de más). Iniciando su set introduciéndonos a su trabajo como productor de rap y hip hop. Pudimos escucharlo mezclar en vivo pistas que ha creado para artistas como .Anderson Paak, Kendrick Lamar, pero también un momento muy lindo que se sintió como homenaje a Mac Miller; el cual fue se sintió ideal porque fue en este festival donde Mac Miller dio una de sus dos únicas presentaciones en México. Su set evolucionó poco a poco pasando a un sonido Jazz, más experimental, mientras el escenario desplegaba animaciones y visuales psicodélicos. Cerrando con un toque más de fiesta que a veces saltaba entre el EDM y el dubstep.
El que anda en Mercedes desde los 16: el regreso de Tainy.

Es difícil resumir la carrera de Marco Másis en un párrafo. Tainy es su nombre artístico. Empezó a los 16 años bajo la tutela de Luney Tunes. A partir de ahí se creó un trío que sacaba éxito tras éxito. Finalmente en, después de omitir mil y un detalles como que él está detrás de la creación del Bad Bunny que conocemos hoy día, 2023 sacó su primer disco como solista productor y fue nuestro disco del año en español.

Su set comenzó con una animación de código binario por las pantallas mientras una voz decía que estábamos a punto de escuchar canciones que nos recuerda que somos humanos; y así fue como escuchamos el arpegio del sintetizador de “Hoy salgo pa´la calle” de Daddy Yankee junto a Randy. Y así comenzaron la lluvia de éxitos de lo que ya se considera de antaño de Tainy: Wisin y Yandel, Tony Dize, Tego Calderón, pero el momento más interesante fue cuando tocó “Safaera”. La canción que lo llevó a las estrellas la tocó reproduciendo la pista de voz de cada uno de los artistas (Bad Bunny, Jowell & Randy, y Ñengo Flow) dentro de la canción, pero en vez de sonar las pistas de la canción reprodujo los extractos exactos de los samples usados en la canción: desde las sesiones de DJ Playero y The Noize, hasta Missy Elliot. Una celebración al género en sí en cinco minutos.

Después vimos a Sena, el robot que vemos en la portada de su disco, hablarnos de que dentro del ser humano también está el sentirse triste, algo desanimado, lleno de complejidad, y así como una base con bajos potenciados para “LA NOCHE DE ANOCHE” sonó mientras veíamos hojas de un cerezo caer en las pantallas del escenario. En ese momento empezamos a escuchar tracks y cortes más actuales de Tainy, y empezó a meter canciones del DATA, como “PARANORMAL” junto a Álvaro Díaz. Este corte con canciones con temas de un poco de desamor, pero sin dejar atrás el ritmo y Dembow fuerte. Un solo cuerpo, una sola alma. Poco a poco el corte pasaba a fiesta, aunque estuviéramos tristes, como con su colaboración con Rauw Alejandro, “SCI-FI”, la cual es una pista Funk con gruesas líneas de bajo, y un remix con mucho EDM a el tema de YOVNGCHIMI “Baby Father”.

Vimos por Sena por última vez en las pantallas diciéndonos que la vida y el ser humano es complejo, difícil, pero nos tenemos unos a otros. Un final un poco apresurado, escuchamos la línea melódica de “Dákiti”, cerrando con una versión EDM, así cerró el mejor show de todo el Bahidorá 2024.

“Y cuando despertó, Africa Express seguía ahí”

El esfuerzo y poner en escena un proyecto como Africa Express es uno de admirar, titánico, y que merece mucho respeto; sin embargo eso no significa que haya sido perfecto. Vimos en un sólo escenario a Damon Albarn orquestar a, seguramente, más de 100 músicos de África, mucho talento local nuestro, y algún que otro invitado. Hubo grandes momentos, muy memorables. El momento muy clavado de Django Django fue espectacular, la introducción por parte de La Bruja de Texcoco con todo y banda nos dió para arriba. También la pequeña e íntima interpretación de “On Melancholy Hill” fue algo muy lindo. Las propuestas desde Nigeria y su Rock con mucha influencia árabe e ibérica es algo refrescante, y finalmente ver a Damon Albarn, con Nick Zinner de los Yeah Yeah Yeahs. Pero tener momentos memorables que se pueden contar con una mano para cinco horas nos puso a pensar si de verdad todo este tiempo era necesario. Por ratos, que duraron muchos minutos, el escenario estaba vacío mientras cambiaban de instrumentos, ahí Damon Albarn aprovechaba para saludar a fans, alguna que otra foto, pero mucho tiempo muerto en sí. Tal vez unas tres horas bien montadas y ensayadas hubieran sido suficientes. A la par llegó a ser tedioso sentir que no había nada más que ver. Esto hizo que presentaciones en El Cubo o La Estación fueron saboteadas por público que no sabía qué más hacer, y se iban a platicar en presentaciones más tenues. Sumado al retraso de casi una hora, se sintió eterno. Y una fiesta tan ecléctica y movida como Bahidorá 2024 de repente se alentó.