Nadine Shah
Filthy Underneath
9.0
EMI North | Universal Music
Limpiando debajo de la alfombra
Por Stephanie Rosales
Son pocos los músicos y bandas que álbum tras álbum logran superarse a sí mismos. Que con cada nuevo disco reciben excelentes críticas de la prensa especializada, nominaciones a distintos premios y que incluso consiguen posicionarlo como el favorito entre su base de fans. Esto se vuelve todavía menos común cuando hablamos de proyectos con menos de 20 años de existencia. Algunos simplemente desaparecen, mientras que otros, al no cumplir con las expectativas establecidas por sus álbumes más aclamados, terminan viviendo de la nostalgia y haciendo giras tocando dicho material en su totalidad.
Afortunadamente este jamás ha sido el caso de la talentosa cantautora inglesa Nadine Shah, quien después de tomarse una pausa de cuatro años regresa con Filthy Underneath, su esperadísimo quinto álbum de estudio y probablemente el más personal y profundo de su carrera a la fecha.
Tras enfrentarse a diferentes situaciones que mermaron su salud mental, Nadine Shah se vio sumergida en lo que parecía un pozo sin fondo que la llevó a contemplar la posibilidad de quitarse la vida. Por suerte, tras pasar un tiempo en un centro de rehabilitación y probar cosas nuevas como incursionar en el teatro, regresó a la música buscando una válvula de escape para liberar el trauma que había estado procesando.
Ben Hillier, quien ha producido álbumes para Depeche Mode, Blur, Doves, Elbow y varios más, fue el responsable de producir Filthy Underneath y crear las atmósferas perfectas para que la profunda y teatral voz de Nadine pudiera destacar, dejando un poco de lado las guitarras y dando mayor protagonismo a la batería y los sintetizadores.
El disco abre con “Even Light”, haciendo gala de la característica profundidad lírica de Shah y su voz, que no deja de sorprender por los rangos que puede alcanzar. Desbordada con una energía nunca antes vista, “Topless Mother” aborda de manera irónica y juguetona lo inquisidoras e incómodas que pueden ser las terapias.
“Food For Fuel”, que por momentos puede recordarnos a “Fun Time” de Peter Murphy, es una de las canciones más pegajosas gracias a que incluye armonías orientales que rememoran su legado pakistaní, mientras que “Sad Lads Anonymous” destaca por ser una cruda autocrítica en formato spoken word.
El tema principal del álbum, como sugiere el título, es la exploración de lo que se esconde debajo de la superficie. Tomando esto en cuenta podemos entender mejor cómo “Greatest Dancer” aborda los últimos momentos que Nadine Shah compartió con su mamá antes de morir, al igual que “Twenty Things” cobra una dimensión mucho más profunda y dolorosa, pues habla de las personas que conoció en rehabilitación.
Finalmente, “French Exit” profundiza en su intento de suicidio y la posibilidad de irse sin despedirse de nadie. En total son 11 canciones las que componen este disco, ninguna de las cuales se percibe como mero relleno sino que todas cuentan una parte importante de la historia.
Una de las mayores fortalezas de Filthy Underneath es la cruda honestidad de Nadine Shah como letrista, aunque musicalmente el álbum es igualmente cautivador. Tal vez no sea fácil amarlo a la primera, sobre todo si es la primera vez que se escucha a Nadine, pero sin duda se posiciona como uno de los mejores álbumes que escucharemos en el año.