20 años del Hopes and Fears de Keane
en el Palacio de los Deportes
Por Josuelo
Hace 20 años tuve la oportunidad de ver a Keane en su primer visita en el país, en aquel septiembre de 2004 en el llamado Salón 21. Justo en todos esos años no los volví a ver, por ello cuando anunciaron su gira titulada Hopes and Fears 20, se manifestó un nuevo interés por revivir el disco debut.
Alrededor de las 21:20 apareció el cuarteto actualmente compuesto por Tom Chaplin, Tim Rice-Oxley (piano, sintetizadores), Richard Hughes (batería) y Jesse Quin (bajo, guitarra). Su formación original incluía al fundador Dominic Scott, quien en 2001 se fue, ya que no tener un guitarrista permanente en sus filas era lo que diferenciaba a Keane.
No es de sorprender que la banda haya decidido iniciar esta nueva gira formalmente en el Palacio de los Deportes de la CDMX (aunque estuvo en Pal’ Norte), porque todo indica que fuera de su país, México es el lugar con más entusiastas de su música y para ser esta una gira de estadios, fue extraño no tener pantallas a los lados o alguna cámara que nos mostrará lo que pasaba sobre el escenario, lo bueno es que Tom con su casi 1.90 metros lo podíamos seguir en el gran recinto.
Han pasado dos décadas desde el debut de la banda de Pop-Piano-Rock, dicho trabajo se convirtió en el segundo álbum más vendido en el Reino Unido durante 2004 y ganó el Brit Award 2005 al Mejor Álbum Británico. Aparte de esta gira, se espera una reedición del 20º aniversario del disco para el próximo 10 de mayo, con todo esto bajo la manga, uno pensaría que la presentación en vivo sería escuchar el disco de principio a fin como nos han acostumbrado muchas bandas, pero la sorpresa es que no fue así, un dilema interesante porque según la banda el álbum nunca se escribió con la intención de tocarlos en vivo y en orden, lo extraño es que los sencillos importantes quedaron al principio del álbum.
Sobre el escenario pudimos ver cuatro pantallas blancas detrás de cada integrante y detrás de ellas otra gran pantalla en la cual se proyectaron imágenes que reforzaban las canciones, como animaciones que hacen referencia a su segundo álbum Under the Iron Sea y sus caballos sobre las olas o en varias ocasiones solo fue el gran manejo de la iluminación y sus colores. Tom Chaplin desde el inicio tenía a la multitud en la palma de su mano, pero tanto él como la banda no podían con la sorpresa de la intensidad de la audiencia de la ciudad que los ovacionaban a la menor provocación, fue un público entregado y que cantó casi todas las canciones.
Tocaron doce temas del Hopes and Fears sus éxitos más conocidos y que no podían faltar como “Everybody’s Changing“, “Bed Shaped“, “Bend and Break“, “This Is The Last Time” y “Somewhere Only We Know“, como era de esperar, fueron los temas que realmente emocionaron a los presentes, las luces de los teléfonos se encendieron al unísono, mientras se coreaban esos hits de los 2000s, la banda no tuvo miedo de tocar canciones que habían permanecido intactas durante muchos años, ya que para sorpresa y deleite de muchos se aventaron por primera vez “Untitled 1” esa que deja ver su clara referencia a Radiohead.
La noche se extendieron más allá del repertorio de Hopes and Fears, incluida “Is It Any Wonder?“, “A Bad Dream” y “Nothing in My Way” de su segundo disco de estudio y eso abrió paso para dar un breve repaso por otros tres discos más de su ecléctico catálogo.
El rango vocal de Tom sigue siendo excepcional y su energía fue implacable, iba y venía de un lado al otro del escenario, movía el brazo con la velocidad de las canciones y siempre muy al pendiente de la reacciones de sus fans que le aventaron una bandera de México que no dudó en ponerla en la base del micrófono, fue una larga espera para los fans en tener un show en solitario, fuera de los festivales, pero se vio recompensado con este tour compuesto por 24 canciones demostrando que sus clásicos siguen siendo atemporales y su lado emocional siempre será celebrado por sus fans.
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