Milo J @ Pepsi Center:
“Soy el fruto del hustle del oeste”
Por Antonio Carlos Solorzano @thespectraltiger
Así llegamos a la canción 26 que Milo J cantó en la noche. Empezaron a sonar los versos eternos de Héctor Lavoe en “Fruto“: “Pronto llegará, el día de mi suerte / Sé que antes de mi muerte / Seguro que mi suerte cambiará”, sampleados como intro en la canción “Fruto”. Desde el público los coreamos de manera ensordecedora al interior del Pepsi Center y así acompañamos a que El M cantara una de sus canciones más relevantes del 2023, de su EP en dormir sin Madrid. Y es que parece que para Camilo Joaquín Villaruel, nombre de pila del artista argentino de 17 años, llegó el día de su suerte.
Milo J se presentó en México después de tener un 2023 notable. El año pasado sacó su EP 511, la BZRP Music Session #57 y el EP en dormir sin Madrid, ambos con Bizarrap y también tuvo una serie de colaboraciones sólidas con otrxs artistas urbanos. Del mismo modo, cerró con broche de oro el año lanzando su primer álbum de estudio, 111, un disco sólido e interesante que cuenta con colaboraciones con Peso Pluma, Nicki Nicole y otrxs exponentes. Con esa serie de logros significativos para su corta carrera, Milo J se presentó en el Pepsi Center en la Ciudad de de México.
La energía a lo largo del concierto fue como subirse en una montaña rusa de emociones. Milo J nos llevó del fervor a la melancolía para luego llevarnos del júbilo a la introspección. Y es que a lo largo de las 28 canciones que cantó Camilo Joaquín nos recordó porqué es una de las figuras más interesantes en lo Urbano en pleno 2024.
Por una parte tenemos la diversidad de su propuesta musical, que si bien está anclada en la categoría ambigua de lo Urbano, lo mismo nos lleva por el Rap, Trap, R&B, Pop, Corridos Tumbados, Electro, Bolero, Easy Listening, así como piezas con tintes más cargadas hacia el Ambient y la construcción sonora de atmósferas.
Luego tenemos sus letras que no se van por el lado fácil de las fórmulas que abundan en las listas de popularidad. En sus canciones también se habla de algunos lugares comunes dentro del Trap y lo Urbano, como el fronteo, joseo y partiseo. Pero las canciones tienden a tener un pie en las dificultades experimentadas en el contexto precario del barrio.
La cita para acreditación de prensa fue a las 7 de la noche. La lluvia que por fin había venido a ser un respiro de la oleada de calor que azotaba a la ciudad y gran parte del país parecía que espantaría a la gente de ir al concierto. Me llamó mucho la atención las pocas personas que se encontraban afuera del recinto (sobre todo si pensamos en el gentío que había hace un mes para el concierto de Young Miko). Pero después poco a poco fue llegando la gente que ingresaba al Pepsi Center. Habían personas de todas las edades, niñas, niños, adolescentes, padres y madres que acompañaban, jóvenes adultxs, así como treintones y cuarentones que fuimos a escuchar al joven artista.
Aunque afuera daba la sensación que el concierto iba a estar vacío, una vez adentro la imagen era completamente distinta. El Pepsi Center se encontraba abarrotado para el concierto. Cinco minutos antes de las ocho el público empezó a corear “¡Milo! ¡Milo! ¡Milo!” y al poco tiempo empezaron a chiflar, como clamando para que el concierto por fin empezara. A las 8:05 se apagaron las luces del Pepsi Center y se iluminaron el escenario y las pantallas.
Todos los celulares se levantaron para grabar el escenario, haciendo difícil que éste se viera desde la distancia, sobre todo para lxs más jóvenes que todavía no han alcanzado la estatura a la que llegarán en el pico de la adolescencia o en su temprana adultez. Pero esto no les impidió cantar a todo pulmón todos y cada uno de los temas de Milo J. Estoy casi seguro que un par de personas que se encontraban a mí lado hoy deben estar afónicas.
El show empezó con un intro con la voz de Facundo Cabral, el cantautor, escritor y pensador argentino. Voz que aparecería a lo largo del recital y serviría a manera de interludios en el concierto, que daba por momentos un tono meditabundo, reflexivo y también esperanzador.
Al poco tiempo salió Milo J, vestido de manera sencilla, con su tradicional tank top blanca y sus pantalones baggy. Empezó cantando “1708”, que todo el mundo coreó sin pausa. Al poco tiempo empezó a cantar “Morning”, una de mis canciones favoritas del cantante argentino y prosiguió con su éxito “Fla”.
En “No soy eterno” el público rugió a lo largo de toda la canción. Al terminar esta canción preguntó: “¿Cómo estamos?” a lo que el público contestó con gritos y aplausos. Después interpretó “Morocha”, su éxito de 2022, tema con tintes R&B que lo puso en el radar musical de muchas personas. Escuchar a todo el público cantando esta canción resultó conmovedor.
Acto seguido, cantó el tema “Tu Manta”, que me pareció un momento muy emotivo. Las miles de voces del público se unieron para cantar el tema al unísono y se escuchaban por encima de la voz de Milo J y de los instrumentos de la banda. Hecho que se repetiría en distintos momentos a lo largo del espectáculo.
A lo largo de la velada pudimos escucharlo cantando canciones que nos hablan de las cosas que no fueron, las pérdidas, la muerte, los amores perdidos, la incertidumbre, la inocencia que se fue, la hipocresía en la industria musical, las traiciones y las amistades que ya no están. Porque sus canciones no le rehuyen a la profundidad de experiencias humanas y las emociones que de ellas derivan, a diferencia de colegas del género mayores que él y con carreras más largas, que se niegan a cantar de algunos de estos temas, porque las plumas no les dan para ello, o bien porque su norte creativo se encuentra en el afán de tener éxitos comerciales, amigables con las tendencias de redes. Que, como vemos con Milo J y otrxs artistas, cantar con mayor profundidad de las experiencias humanas y hacer temas populares en redes sociales no son mutuamente excluyentes.
Pero en la noche no todo fue melancolía e introspección. En tarima lo acompañó el experto argentino, Foco Foking, para interpretar sus colaboraciones “Mi último peso” y “Valores del West”, corte de 2022 que trata de asuntos complejos montados sobre una pista completamente bailable. También lo escuchamos hablando de la esperanza provocada por aquellos que lo han acompañado hasta en los peores momentos de su vida, el arrojarse al amor a pesar de las adversidades, la belleza y el arte, la aceptación de la identidad propia, así como hacerle frente a un destino que se antoja ineludible. E incluso la intuición que tuvo desde pequeño, a los 12 años, cuando supo que iba a vivir las cosas que están pasándole hoy día en su carrera musical.
Probablemente uno de mis momentos favoritos de la noche fue escucharlo cantar en vivo una de sus más recientes canciones, “Vitalicio”. Allí escupió algunas de mis barras preferidas de él, “¿Pa qué frontear qué hay en mis pie’ / Si en el barrio están mal?”, haciendo alarde de conciencia de clase y haciendo una crítica al momento que se recuerda parte de una cultura (recordemos, por ejemplo, primero a Nas y más tarde a Mac Miller refiriéndose a la marca de tenis que llevaban en sus pies). Así criticando el aspiracionismo y fetichismo respecto de ciertas marcas que tiende a abundar en algunas narrativas al interior del Rap, Trap, Reggaetón y lo Urbano. En esta canción se puso la bandera de México alrededor de los hombros y el público empezó a corear el clásico, “¡Milo, hermano, ya eres mexicano!”.
Su disposición a moverse entre distintos géneros musicales, el llevar a andar sus letras por la profundidad de aquellas cosas que nos hacen humanos, así como su color peculiar de voz, son algunas de las razones por las que me gustó tanto su propuesta desde que empecé a escucharlo hace un par de años y motivo por el que yo, junto con miles más, nos conmovimos escuchándolo en vivo. Y parece que Milo J también se conmovió frente a la respuesta cálida del público mexicano, cuando al finalizar de cantar “Domingo” se secó las lágrimas de los ojos frente a todxs lxs allí presentes.
“De niño pensé que a los 16 iba a morirme”, cantó en la BZRP Music Session #57, tema con el que cerró la velada. Me da gusto que ese no haya sido el destino del originario de Morón y que hoy estemos siendo testigos, a sus 17 años, de cómo llegó el día de su suerte.
Setlist Milo J // Pepsi Center
1. Intro Cabral
2. 1708 Edit
3. Morning
4. Fla
5. Toi En El Mic
6. No Soy Eterno
7. Morocha
8. Tu Manta
9. Tus Vueltas + Carencia
10. El Bolero (Edit)
11. Mi Último Peso( Con Foco)
12. Valores Del West (Con Foco)
Interludio
13. Dispara
14. Al Borde
15. Vitalicio
Interludio
16. Sincerate
17. Alumbre
18. A1re
19. Vudu
Interludio
20. Penas De Antaño
21. Rincon
22. Domingo
23. Μ.Α.Ι.
24. Una Bala
Interludio Cabral
25. Fruto
26. Rara Vez
27. Milagrosa
28. Bzrp Sesion
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