Consejos para combatir el estrés en los viajes
Te des cuenta o no, a diferencia de cualquier otro pasatiempo divertido como el póquer en Mr Bet, viajar puede afectarte mentalmente. El estrés aumenta, desde hacer las maletas hasta llegar al aeropuerto y finalmente al nuevo alojamiento.
Desde luego, no es la intención de nadie, pero planificar y llevar a cabo un viaje puede ser una empresa estresante para la mayoría de nosotros, sobre todo cuando no planificamos y organizamos bien.
La buena noticia es que puedes reducir la cantidad de estrés y ansiedad que sientes mientras planeas esa escapada. Después de todo, viajar no tiene por qué producir solo estrés. Ya sea por vacaciones o por negocios, ese viaje debería crear momentos de disfrute.
¿Por qué padecemos ansiedad al viajar?
La ansiedad en los viajes puede deberse a diversos factores, y conocer sus causas puede ser el primer paso para controlarla y superarla:
• Miedo a lo desconocido – no saber qué esperar o cómo navegar por un territorio desconocido puede aumentar los niveles de ansiedad.
• Ansiedad de separación – abandonar la comodidad del hogar y de los seres queridos puede desencadenar sentimientos de ansiedad de separación, lo que dificulta relajarte y disfrutar del viaje.
• Logística del viaje – la preocupación por la pérdida de un vuelo, el extravío del equipaje o la navegación por sistemas de transporte desconocidos es muy común. El miedo a enfrentarte a problemas logísticos puede afectar a tu calma interior.
• Preocupaciones por la seguridad – las preocupaciones por la seguridad personal, especialmente cuando viajas a destinos desconocidos o potencialmente peligrosos, suelen intensificar la ansiedad.
• Cuestiones de control – sentir una falta de control sobre las circunstancias del viaje, como retrasos, cancelaciones o imprevistos, puede sin duda aumentar la ansiedad.
Consejo 1: Planifica tu viaje
Intenta encontrar una rutina cómoda. Planifica con antelación para poder afrontar cualquier cosa que surja por el camino.
Puede parecer una solución obvia, pero incluso planificar las pequeñas cosas puede aliviar la ansiedad. Establece una fecha límite para programar el vuelo, preparar el itinerario y hacer las maletas. Marcar todos esos puntos puede ayudar a evitar la procrastinación y garantizar un poco más de tiempo para asegurar un viaje productivo.
Consejo 2: Cuídate
Con tantos detalles de viaje que resolver, puedes olvidarte fácilmente de cuidar de ti mismo. Asegúrate de dormir bien antes del viaje. Come bien y bebe mucha agua el día anterior (evita el alcohol, el azúcar y la cafeína si puedes). Intenta llevar también tentempiés saludables. Los alimentos sólidos, como zanahorias, frutos secos y cereales, suelen estar permitidos en los controles de seguridad de los aeropuertos.
Consejo 3: Dedica tiempo a la nada
También es útil dedicar tiempo a no hacer nada. Los viajes relajados consisten en descansar, reducir el estrés e ir con el flujo. Una buena forma de hacerlo es no hacer absolutamente nada y no sentirte mal por ello.
He aquí algunas formas de no hacer nada mientras viajas:
• Meditar;
• Viajar lento;
• Caminar sin rumbo fijo;
• Ir a una cafetería a leer, escribir o hacer lo que te haga feliz;
• Hacer cosas basadas en el estado de ánimo y la intuición.
Consejo 4: Mete en la maleta algo que te haga feliz
Si eres propenso a la ansiedad en los viajes, puedes probar a meter en la maleta un objeto que te haga sentir más feliz, sea cual sea.
Esto es diferente para cada persona. Piensa en cosas que te gusten en general: un libro nuevo, un programa de televisión que quieras ver, un podcast o algo que te entretenga y que haga que viajar sea más divertido. Por ejemplo, para un apasionado del yoga, puede ser una esterilla de yoga de viaje que le permita practicar donde quiera.
Consejo 5: Haz la maleta con mucha antelación
Hacer la maleta y otros preparativos para salir a tiempo solo aumenta la ansiedad. Esto se debe a que, inevitablemente, se tarda más tiempo del previsto. Y cualquier necesidad de precipitarte o de hacer demasiadas cosas a la vez empieza a aumentar la sensación de agobio. Por eso, intenta sacar las maletas al menos con una o dos semanas de antelación para poder empezar a llenarlas poco a poco, lo que reduce el estrés de última hora.
Además, lleva una lista de equipaje en tus notas para asegurarte de que lo recuerdas todo.
