New Order @ Auditorio Nacional:
Por fin saldaron la deuda
Por moonman
Ya sea en los 80s, 90s o más allá de los 2000s, cualquiera que haya escuchado “Blue Monday” se ha dejado llevar por sus beats y el bajo inconfundible de Hooky para un baile inmediato. Este es un buen punto de partida para comenzar a escarbar en la discografía de uno de los máximos representantes del sonido Manchester al unir lo electrónico con instrumentos de una banda de Rock… solo piensen en la enorme cantidad de agrupaciones que surgieron bajo esta influencia sin mencionar su pasado en Joy Division.
De ahí radica la importancia de ver a una banda como New Order en vivo, independientemente de la gran cantidad de hits que tienen, estamos frente a los creadores de canciones que ya forman parte del ADN musical del mundo de forma directa o indirecta. A pesar de que ya recorren sus 60 y pico años, Bernard Sumner, Stephen Morris y Gillian Gilbert siguen con el vigor y energía suficiente para darle vida a sus canciones para el placer de sus fans.
Armar un setlist de New Order ha de ser complicado: primero porque su alineación actual no ha estado en todas sus eras ya que Gillian Gilbert salió en 2001 para reagruparse en 2011, tomando el control Phil Cunningham. Tom Chapman tomó el lugar del Peter Hook luego de su ruidosa ruptura. Como músico, te acomodas a las circunstancias y das lo mejor para que suenen lo mejor posible, por lo que algunas versiones se vieron modernizadas, la que en particular se me hizo muy notable su mejoría fue “Waiting For Siren’s Call” al hacerla más electrónica y bailable.
En lo personal “Regret” de su disco Republic es una de mis favoritas porque representa su cúspide luego de su “hiatus” de ocho años y resume muy bien todo el trayecto que tuvieron en los 80s para llegar ahí. Ya luego regresaron con el magnífico sencillo “Crystal” de su álbum Get Ready, del cual no estaría mal que rescatan más canciones como “60 Miles An Hour“.
Afortunadamente retomaron “Age Of Consent“, canción en donde puedes ver a bandas como Wallows retomándola en alguno de sus tracks. En esta canción o “Ceremony” o “Temptation” es donde más se nota esa influencia a bandas de Indie Rock que lejos de emular el sonido, tratan por lo menos de emular el optimismo exacerbado de estas canciones.
Ya ni hablar de la alegría que ocasiona escuchar “Bizarre Love Triangle” o “Blue Monday” en vivo, ya que a pesar de que el sintetizador podría sonar “frío” por no tener esa calidez de una guitarra o bajo, suena simplemente inmortal.
Ya al final viene el cierre-homenaje a Joy Division en donde sorprendentemente cortaron “Transmission” en el bloque que tuvo a “Atmosphere” y “Love Will Tear Us Apart“. Les voy a ser honesto, prefiero mil veces el homenaje que le hace Peter Hook a JD porque suena más honesto, el poner “Forever Joy Division” en la pantalla, me da una vibras de playera de H&M que realmente darle un merecido homenaje a Ian Curtis. Digo, cada quien. Independientemente de eso, fue un gran concierto el del Auditorio Nacional porque fue más tiempo y pudimos escuchar canciones que teníamos pendientes.