De Satélite para el mundo:
35 años de Café Tacvba
Por moonman
Ser sateluco te da una dimensión muy distinta como fan de Café Tacvba, entiendes muy bien ese ser pero no ser chilango y ves mejor la caótica ciudad a una distancia razonable. Recuerdo en la secundaria que un amigo vivía muy cerca de la casa de Rubén y pasábamos varias veces para ver si de casualidad salía a saludar. Una vez pasó y nos hizo la envidia de muchos. Esa familiaridad a 35 años de distancia sigue estando latente, sobretodo cuando cantan: “Me descubro viviendo en espiral / No te extrañe, si digo que crecí / En circuitos yo nunca me perdí” de su himno sateluco “53100” (código postal de Ciudad Satélite) y la referencia viene se la peculiar forma de la organización urbana de Satélite.
La distancia al verlos desde tardeadas en La Tirana hasta un recinto tan grande como el Estadio GNP, se pierde cuando suenan sus himnos de sus primeros discos, donde estaban creando los grandes cimientos de una carrera artística que en Latinoamérica es muy valorada por crear historias en canciones más familiares que un capítulo del Chavo del 8: desde el metro, las pintas de la escuela, los fantasmas del Centro Histórico y el despertar de una Latinoamérica dormida.
Sí, los últimos años de Café Tacvba han sido un poco extraños al seguir retomando el proyecto de su segundo Unplugged cinco años después con una orquesta fantasma en la pantalla, eso sin contar que no han sacado discos y solo un patético sencillo nuevo este año (que por fortuna no la cantaron). Pero aún así salen victoriosos gracias a todo lo que han hecho en su carrera.
En sus 15 años, salieron de una carroza en forma de calabaza en el Palacio de los Deportes, en sus 20 años y 30 años lo hicieron el mismo lugar y los 25 años los unieron con el aniversario del Re. Este año lanzaron por primera vez en vinilo su disco Re, siendo uno de los más vendidos de la Roma Records del año a pesar de que salió hace unas semanas, ya que habían existido solo copias en Colombia y una pirata en Alemania.
Los momentos que más me gustaron de estos 35 años fue que rescataron varias canciones, entre ellas la mencionada “53100“, “Pájaros” que tiene ese toque mágico de apertura de disco de Café Tacvba, “Aprovéchate“, “¿Qué Pasará?” (que tiene un bonito cover de Incubus), y el regreso de su versión original de “La ingrata” luego de hacer una “versión blanca” muy desafortunada en su concierto de 30 años junto a Andrea Echeverri… que bueno que ya pasó su periodo de oscurantismo y que, como el dijo, es “una expresión artística”.
Posiblemente Café Tacvba sea la banda que más veces he visto y los seguiré viendo porque sus canciones son inmortales.