Por Diego Álvarex Rex
La última vez que Fito Paez vino a la Ciudad de México para ofrecer un recital en estelar fue en el ya muy lejano 2019, ya que su aparición en el Vive Latino del año pasado fue apenas una embarrada a lo que nos tiene acostumbrados; por eso cuando se canceló su regreso al Auditorio Nacional en septiembre del año pasado, la espera era genuinamente una tortura. Enero de 2025 y llegó con una fecha extra y hasta un masivo en el Zócalo Capitalino. Valió la espera.
Haciendo del concierto algo aún más especial, Fito Paez ahora vino con el 30 aniversario de uno de sus álbumes más icónicos, sino es que el álbum que realmente lo pusiera en el mapa como toda una super estrella del Rock en Iberoamérica: El amor después del amor. Tanto la noche del martes como del miércoles, la capital pudo escuchar ese álbum clásico de principio a fin, recorriendo no solo esas canciones que Fito no puede sacar ya de su repertorio como “Tumbas de la gloria”, “Brillante sobre el mic” y “A rodar mi vida”, sino además esas grandes gemas del álbum que rara vez suenan en directo como “Sasha, Sissi y el círculo de baba”, “Balada de Donna Helena” y “La Verónica”.
Historias y carcajadas por parte del músico, siempre recalcando sobre lo importante que es permitirse sorprender por la música con el fin de enriquecer la vida de uno, de nunca perder la curiosidad por los sonidos que nos unen como continente y por supuesto, recordarnos que México es prácticamente su segunda casa. Con una ejecución de altísimo nivel, algo a lo que Fito Páez nos ha tenido acostumbrados en todas sus visitas, además incluyó cambios de atuendo conforme se dividió el recital. Para el primer set, se recorrió el álbum mencionado y para la segunda parte, se dejó ir con clásico tras clásico que podríamos ya decir son “Obligadas” en sus conciertos. “11 y 6”, “Circo Beat” y “Al lado del camino”, entre otras, para todavía obsequiar un encore con un cambio de atuendo más y pasar a despedirse con para irse “Mariposa tecknicolor”, y la siempre coreada “Y dale alegría a mi corazón”.
Fito Páez es garantía, no hay más. Ir a uno de sus conciertos sea en formato aniversario, experimental, acústico, sinfónico o lo que sea, es la promesa de una noche inolvidable donde un público fiel y un artista entregado hacen comunión como en ningún otro evento. Qué gran oportunidad de escuchar este gran clásico que es El amor después del amor de principio a fin y qué privilegio es que sin importar cuantos años pasen, Fito sigue dándolo todo en escena.