Por: José Malagón
Alguna vez platicaba con un amigo de cómo es o cómo será cuando las bandas que admiras empiezan pues… a morir.
Recuerdo el libro de Legs Mc Neal Please Kill Me, como recuerdo cualquier libro que haya leído antes de los 18 años, es decir, como un recuerdo vago, mitad verdad, mitad mito, mitad literatura mezclada con analfabetización, y de lo que sobró de todo eso aún puedo recuperar el momento en el que se menciona el estado decrépito de Elvis y su muerte, que en algún sentido es sin dudas, la muerte del Rock and Roll.
Si alguien supo entender la comunicación que existe entre la “imagen del artista” y la “imagen del Rock and Roll”, ese fue Malcom McLaren. Músico, poeta, empresario,promotor, creador de la primera boy band de la historia, fashionista y todos los formatos en los que encontró trabajo este joven (en algún momento) inglés, en otras palabras era tú o yo sin Facebook, ni Twitter, ni computadoras.
Todos sabemos la historia, todos conocemos la tienda SEX, los Pistols, Bow Wow Wow y todos sabemos también sus habilidades de “sampler” ¿o cómo se le conoce en estos días a la capacidad de hacer una copia de una estética para generar una nueva? En ese caso ¿no hizo un sampler de Richard Hell para crear una boy band?
Ahora sabemos como termina la historia, “mesothelioma”, “64 años”, “New York”, entró a su página oficial y puedo leer:
Malcom will return shortly…
y no lo hará.
Jamas lo conocí.
Yo también me he preguntado eso pero ni quiero pensarlo tanto. Poco a poco se van a ir, y ¿qué será del rock? Al menos ya no está sufriendo con el cáncer…
AMEN