Caloncho
Bálsamo
Universal Music
7.8
Por José Marr @JR_Marr
Crazy Rhythms Music
La aparición de Caloncho en la escena independiente mexicana allá por 2013 fue todo un suceso, si bien ya había lanzado un EP en 2011 (Homeotermo), su bien merecida fama fue válida tomando en cuenta que en muy contadas ocasiones nos hemos encontrado con artistas con un sonido tan fresco y distintivo que si bien no busca ser innovador ni complejo, el autodenominado Tropifolk de Caloncho desde aquel Fruta, ha tenido argumentos sonoros necesarios, suficientes y con mucho estilo propio. Yendo desde el Reggae al Jangle, el ya mencionado Pop, una tenue Psicodelia de verano, el Calypso, inspirándose en algo tan simple como la fruta y contando con la ayuda en producción de Siddhartha; así fue como Caloncho logró tocar la campana del éxito e irse de gira, pisar el Vive Latino, ser nominado al Latin Grammy he incluso estar muy ligado musicalmente con Mon Laferte.
Pero, ¿A cuántas bandas y solistas hemos visto lograr un contundente debut lleno de éxitos y después sacar un insípido segundo disco? La realidad es que superar el éxito y calidad de Fruta Vol. 2 no podría ser nada fácil para Caloncho, pero se ha dado cuenta de la necesidad, riesgo y posibilidades de salir de su zona de confort y ahora con este segundo disco llamado Bálsamo, encontramos algo mucho más trabajado, más abundante y diverso en elementos y por fortuna, con un gran resultado. Las 13 canciones del compilado en su mayoría fueron compuestas en estudio, si bien siguen manteniendo su base sencilla pero encantadora, las maneras son distintas, y prueba de ello fue el primer sencillo “Hedonista”. En palabras de su autor, ésta canción surgió a partir de una composición de tres acordes, inspirada en la melancolía del género Ranchero. Sin embargo, encontramos que se han sumado una gran cantidad de elementos como los sintetizadores, baterías electrónicas, loops, beats o shakers. Lo sorprendente aquí, es como Caloncho a logrado trasladar, intacto, su estilo orgánico y natural a lo digital sin perder ni una sola gota de su encanto. El segundo adelanto “Optimista”, vino a reafirmar el cambio y de paso a dar un nuevo éxito Pop con una vibra latente a los 80s que terminaría de enganchar a aquellos incautos que no tuvieron el gusto de disfrutar “Hedonista” (aunque no sé cuánto crédito se le deba a “Can’t Get Enough Of Myself” de Santigold).
Entrevista /// Caloncho nos platica de Bálsamo
En general, podemos damos cuenta que todas las canciones se basan en un personaje o situación desde la óptica del autor, creando su propio universo y tomando como base el concepto de que la música es un bálsamo. Hay una gran paleta de géneros y estilos, que sin duda se aprecian y se agradece su propuesta, por ello podría decirse que la portada refleja el contenido; hay diversos colores y una pareidolia a interpretar, pero así, todo forma parte de un todo. “Fotosíntesis” tiene una base rítmica muy a lo Vampire Weekend, retrabajada desde el Afro-Pop, también hay una trompeta y un piano que se desdibujan entre el Jazz y Reggae, con todo y eso también se sigue respirando un dejo de mexicanidad. Hablando de referencias, el brillo de las cuerdas, el vivaz y sereno compás con los destellos de sus veraniegos teclados en “Equipo“, remembran al gran Paul Simon. En otro extremo, la mezcla que crean esos sintetizadores tibios, teclados, órganos y delicadas melodías de guitarra bañadas en coro, hacen parecer a “Brillo Mío” como una balada en español extraída de los 70s.
Hay unos cuantos interludios como “No Me Caigo Bien”, “Fierroflies” (que parece una grabación casera) y “Bebé” en los que sólo participa la voz de Caloncho y su guitarra acústica, brindan mucha sensibilidad y honestidad al storytelling, pero apenas y alcanzan casi minuto y medio donde su poco desarrollo da la impresión de que pudieron haber sido mejor trabajados porque no se sienten pertenecientes al resto de cortes. Otro de los puntos más fuertes llega casi al final con “Amigo Mujer”, una balada que puntea con la típica rítmica de un piano optimista, se desenvuelve entre pulcros acordes acústicos y consigue un final sumamente bello entre vientos y los recurrentes teclados de estilo antiguo.
Caloncho ha logrado hacer un buen segundo disco, en estos tres años ha madurado de sobre manera, incluso da la impresión que hubo un disco entre el periodo de Fruta y Bálsamo por el crecimiento artístico. Se nota la grandísima calidad en la producción, conserva muchos elementos de nuestra cultura ahí, incrustados, pero también está a la par de lo que estamos viendo en el extranjero con otros artistas Folk que buscan su estilo propio. No es una obra maestra, sin embargo, parece que llegará en el futuro por la facilidad con la que Caloncho puede armar conceptos y evolucionar sin perturbar su esencia. Por ello, estaremos a la expectativa de lo que pueda hacer en próximos años.