A la gente no le gusta la música
Por Lecce
La “Sultana del Norte” es una gran ciudad para festivales. Contrario a ciertas posturas políticas y obviando los niveles de lucro que hay, Parque Fundidora es un gran lugar para el gathering social y musical.
O sea, a nadie nos gusta exponernos a la incomodidad del calor generada por una molesta canícula; y eso quedó manifestado en el escenario Este del Hellow Festival 2018 cuando tocaba Kali Uchis.
Su presentación fue más sencilla que la que presencié en el Vive Latino pasado pero igual bonita. A los 24 años, y con un montón de contemporáneos como público, la colombiana ejecutó un live cómodo para la hora, sin pretensiones y engalanado por su belleza millenial. Mi highlight, su interpretación de “Sabor a Mi“.
El lunes me tocó platicar con Jim Adkins de Jimmy Eat World (pronto la entrevista en MHR) y me contaba que él mismo se preguntaba por qué estando tan cerca (Mesa, Arizona) no había ido tan seguido a México. Creo que la respuesta se pudo leer un poco en su escenario, 300 personas emocionadas y algunos miles esperando con ansias que sonara algo que les dijera “quiénes estaban tocando”, empezó “The Middle” y sus dudas fueron respondidas.
Mi juventud tuvo muchos acentos de Grizzly Bear y era la primera vez que los iba a poder ver poniéndoles su debida atención. Tuve una muy bonita sesión de listening, un escenario con espacios personales de un metro cuadrado y mucho mayor de 30 años cantando (algunas, no todas) de sus canciones. Nada emocionante para nadie en el festival y la evidente emoción por escuchar “Two Weeks” se vio manifestada en la cantidad de Instagram Stories que vi en mi timeline de esa canción.
French Montana… ¿Qué les digo? A esa hora era quién más estaba prendiendo a al gente, ya era de noche y la densidad humana en el festival había incrementado tres o cuatro veces de la asistencia antes mencionada. Patéticos problemas de sonido, “fans” de Karim Kharbouch que no tenían idea de como era físicamente y estoy seguro desconocen que Karim es su nombre real.
Turno del rey de la noche: Tyler Gregory Okonma. Un imponente escenario, el más imponente del festival a mi gusto. Dos mega pantallas que daban contexto a diferente historias visuales que acompañaban cada track a lo ancho y alto de dos tarimas. La comparación con la actuación de Kendrick el año anterior sería casi obvia, al menos para mi.
Tyler, The Creator devoró el escenario, devoró el festival entero. Sin batallar con tantas nostalgias a discos anteriores, interpretando más del 75% de su setlist del Flower Boy, Tyler reflejó el sentir de una generación en sus 20s que explotó, coreo y festejó el innegable talento del californiano. El broche de oro de su presentación era la casi obvia compañía de Kali Uchis con el cierre de “See You Again“.
Incidentes con la gente de seguridad del festival impidieron a compañeros de la prensa ingresar a barricada, eso y una presentación sosa y en automático hicieron que el equipo de MHR se retirara antes del termino de sus presentación.
Mis conclusiones:
– Si traer un ícono de la escena Rap/Hip Hop será ya una tradición que la aplaudo, celebro y ojalá continue.
– La poca asistencia entre 3 y 8 PM se la puedo adjudicar a la falta de popularidad de los talentos en esos horarios, no al calor. Celebro el riesgo y ojalá el festival lo siga haciendo.
– La gente en Monterrey tiene que escuchar más cosas de las que les ponen en Alfa o D99.
– Seguro el Hellow 2019 nos traerá más días memorables.
– Pero a la gente no le gusta la música… o tal vez sí y lo que no les gusta es el Sol.
PS. Háganse un favor, eviten a toda costa ver a French Montana en vivo.
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