Richard Ashcroft
Natural Rebel
BMG Records
5.7
Por José Marr @JR_Marr
Si en algún punto Richard Ashcroft pudo sobrevivir al maltrato de su más universal hit con The Verve a demandas de The Rolling Stones ¿Por qué no ha podido llevar a lo mismos niveles su carrera solista? Quizá porque ni él mismo se ha podido desprender de la fórmula tan marcada y particular a la que dio vida en Urban Hymns hace más de dos décadas, pero también, porque ésta ha casado a muchos seguidores a lo largo del mundo. Sin embargo es también innegable que a lo largo de su carrera solista ha cometido errores y virtudes a partes iguales; en algunos momentos ha querido dar un salto de singularidad pero el equilibrio del resultado siempre ha sido agridulce, a veces se ha excedido en la producción y en la duración de los temas como en aquel Human Conditions, o simplemente se ha ensimismado en terreno conocido como en Keys To The World, de hecho, la más grande prueba de ello quizá fue ese proyecto extraño pero interesante con The United Nations Of Sound en 2010.
Ahora el mítico inglés vuelve con Natural Rebel diciendo que es una colección de todo los sonidos que le gustan convertidos en sus propias canciones. Y la verdad es que bajo esta premisa, es un disco cumplidor. Quizá es el disco que mejor se deja escuchar en toda su historia, no hay cosas pretenciosas, ni excesos, y los 10 cortes transcurren con total naturalidad; es Ashcroft componiendo desde su siempre fiel guitarra, encontrando el funcionamiento en tres o cuatro acordes y adornando con algunas cosas. Las guitarras de “All My Dreams” y “Born To Be Strangers” son escuetas pero con trazos que dejan huella entre el Funk y el Glam y esto permite que la voz de Ashcroft corte entre cada rasgueo con su sucia garganta creando un par de tracks más que aceptables. Lo que ya no queda claro es que cuando se mide, raya con lo justo, y cuando quita el freno de mano se va de lleno y sin límites en “Money Money“, reventando la línea quita que labró durante todo el disco haciendo que el último corte parezca más un acto de urgencia para recordarnos que es una estrella de Rock a pesar de todo.
El problema y la salvación de este disco complemente todo lo demás. Bien habrá un cosecha fresca de esas canciones de Ashcroft que emulan y recrean las memorias de “The Drug’s Don’t Work“, “Lucky Man” o “Sonnet” con algún cambio de humor o agregado diferente, pero, eso sí, siempre en la cuarta repetición reforzado con la tan necesaria línea de cuerdas de orquesta, la prueba más descarada de esto yace en “That’s How Strong“. Esto le ha funcionado a lo largo de los años (“You On My Mind In My Sleep“, “Buy It In Bottles“, “Music Is Power“, “They Don’t Own Me“) el problema es que ahora todas, están sumidas en la medianía, desde los aires a Dire Straits en “Birds Fly” y “Surprised By The Joy” que parecen por momentos tener sus méritos, pero en el manual, están hechas con la misma estructura de toda la vida. Luego está “We All Bleed” donde ante cualquier carencia sólo queda poner la voz de Ashcroft en el centro y exponer más las paredes de su garganta para conseguir contagiar algo. Un poco más de luz en “A Man In Motion” que es de las pocas melodías que sacan a relucir el estilo del autor y, bueno, un peldaño adelante, “Streets Of Amsterdam” tiene un piano. Si hemos de ir al apartado de las letras, también es la marca de Ashcroft: hablando de esperanza, de hermandad, de que su vida va genial o ligeras críticas al sistema y la manera en que nuestras vidas le pertenecen.
Decía Richard en promoción a este disco que Natural Rebel “brindaría un placer duradero a todos su seguidores” y quizá ahí está el punto, está hecho con todas las cosas que sus seguidores aman, y dentro de eso suena fresco y bastante amigable, de muy fácil apreciación, quizá por ello ha entendido que el apartado de producción tenía que ir a su cargo, para no agregar o quitar cosas de más. Si es así, entonces es una buena suma a su discografía y quizá su mejor disco desde el debut. Pero fuera, donde otras estrellas de su camada han firmado discos notables (Gaz Coombes, The Charlatans, The Stone Roses, Ian Brown, Noel Gallagher) donde el mismo Liam Gallagher ha logrado salir de la sombra de Oasis, bueno, parece que simplemente el ex-líder de The Verve no puede competir en esas ligas.