Helena Hauff
Darwin
Justine
Por Óscar Villanueva
Pues Helena Hauff lo volvió a hacer. En su regreso a la capital mexicana simplemente la gente no quería dejar de bailar, lo cual siempre es el mejor halago que puede recibir un DJ. Para cuando yo llegue la fila ya era considerable (algunos despistados llegaron desde las 8) y solo continuó creciendo cuando estaba a punto de entrar, en parte porque era el primer evento de éstos en la ciudad, en parte por curiosidad y el buzz por su gran material del año pasado –Qualm– y en definitivo por la gran actuación que dio en su visita anterior.
Para abrir la noche, Justine puso a la considerable gente a moverse para irse quitando el frío, pero la sorpresa de la noche fue Darwin, quién con una mezcla de breakbeats y un poco de Drum and Bass, dejo un gran sabor de boca a más de uno; para las 2AM que fue cuando salió Helena Hauff (finalmente) se sentía en el aire la carga de emoción y ganas de dejarse ir de todos y vaya que no defraudo, la palabra “majadero” sería la ideal para describir esas tres horas y cuarto (mucho más de lo que tenía que tocar) en las que un muy atascado Normandie estuvo en éxtasis.
Una hora después de que había terminado aún quedaba una cantidad considerable de gente bailando y pidiendo más (Darwin había regresado a las tornamesas para los que seguían con la pila), una gran forma de comenzar el año. Que vengan muchos más bailes así.