Los Mundos
Calor Central
Abstrakt Muzak, Ltd.
8.8
Por Diego Álvarez Rex
Honor a quien honor merece: sus áridas y satánicas majestades regias están de vuelta. Todo el poder de la masa musical de Los Mundos escapa de un ardiente volcán como monstruo legendario en toda su plenitud psicodélica y esquizofrénica trayendo un colosal derrumbe de piedras sonoras.
Luis Ángel Martínez y Alejandro “Chivo” Elizondo nos traen Calor Central, un nuevo material apenas un año de su último LP, tomando un camino aún más disonante y pesado a sus últimas composiciones. La saturación en los instrumentos en “Calor Central” y “Sin Vértigo” son tan espesos como burbujeante chapopote oscuro y toxico, yéndonos directo a “Olas de Lava” que incluye un sonido de citara que se va desdibujando a una resonancia de pura distorsión sin fin. Simplemente brutal.
Este lanzamiento de Los Mundos es un cachetadón sin guante a quienes creen que hacer Rock Psicodélico es cosa de pisar el Fuzz y listo. Es un gancho al hígado para los amateurs que se esconden en Seguidores de Instagram y Reproducciones de Spotify; este placa es una paliza hecha de requintos, solos y golpazos en la batería que sólo la experiencia y la evolución musical puede brindar. ¿Cuántos kilómetros bajo el sol no recorrió este dueto para llegar a la monumental canción “Subterráneo Mar Jurásico”?
Cerramos con “La Salida”, un temón malévolo pero que esconde esas melodías vocales que siempre han caracterizado a este dueto, y que de alguna manera cierra la puerta del pequeño infierno que la banda construyó con este LP, despidiéndote con una siniestra sonrisa y la frase “respira si puedes…”
Calor Central evoca un viaje árido que comienza en planicies prehistóricas desoladas, pasando por terrenos post-apocalípticos hasta llegar a las planicies de otros planetas y otras dimensiones. Es un viaje total con música, donde los efectos y maestría en producción del dueto se exprimen sin escatimar… Y lo mejor: es un viaje que quieres recorren una y otra vez hasta que el disco se desintegre de tanto escucharlo.